Junta y Ayuntamiento de Málaga guardan silencio en plena precampaña sobre la ampliación de horarios en la hostelería

Ninguna de las administraciones opina sobre la petición de los empresarios de la provincia de desregularizar el sector para no enemistarse con ninguna de las partes

Nadie quiere ver el órdago a grandes lanzado por los hosteleros de la provincia. Como si de una partida de mus se tratara, ni la Junta de Andalucía ni el Ayuntamiento han querido opinar sobre la ampliación de horarios y terrazas que han planteado los propietarios de los negocios a la Dirección General de Interior de la administración andaluza. De momentos, ambos prefieren mantener silencio para no enemistarse con nadie en este periodo preelectoral.

Desde la Junta de Andalucía, la administración que ha comenzado el proceso para reformar dos leyes que datan del año 2002, se limitan a afirmar que la modificación de las órdenes de horarios de apertura y cierre y el nomenclator se encuentra en una fase muy inicial y que antes de tomar cualquier decisión se tienen que formar diferentes grupos de trabajo para valorar cualquier actuación. Por no decir, no han dicho si les parece bien o mal la petición ni si sería o no ejecutable, aun fuera con matices.

Sorprende también la falta de opinión del alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, que acostumbra a ‘mojarse’ al ser cuestionado sobre cualquier asunto. Ymás cuando se trata de un tema que afecta de lleno a la ciudad y en el que el Ayuntamiento es siempre el centro de la diana de las iras de los vecinos. De la Torre afirmó ayer que se trata de un tema «en el que hay que tener la prudencia de conocer bien» y se mostró abierto a hablarlo con quien sea necesario.

El regidor sólo aseguró que cualquier cambio «debe avanzar muy en consenso con los residentes», ya que deben ser para mejorar tanto desde el punto de vista de la actividad productiva como de la calidad de vida de los vecinos afectados. Sobre lo único que sí se mojó, y en parte, fue la celebración de actuaciones musicales: «Siempre he pensado que la actividad musical debe ser más dentro que fuera, que todo eso puede hacerse siempre que haya un aislamiento acústico adecuado y que eso descargara de ruido el exterior».

Las medidas planteadas por la asociación Málaga Hostelería (Mahos) a la Junta de Andalucía inciden fundamentalmente en la ampliación de horarios de los bares de copas y en la posibilidad de que los restaurantes puedan acoger actuaciones musicales. En una reunión mantenida con responsables andaluces demandaron que los pubs adelanten la apertura a las 8 de la mañana para servir desayunos y retrasen el cierre hasta las 5 de la madrugada –una hora más que en la actualidad–. Igualmente pidieron que los restaurantes puedan acoger actuaciones musicales para dar un servicio añadido a sus clientes.

Junto a ellos, los empresarios de discotecas de la provincia han demandado poder habilitar una terraza como hacen los bares musicales y servir cenas en el interior de sus negocios. En esta misma línea también han solicitado una reducción del IVA en las copas, que en la actualidad está en el 21% y ellos quieren dejarlo en el 10%.

Esta petición formal se ha topado con la oposición frontal de los vecinos de las zonas afectadas por la marcha nocturna. En el caso de la capital, los residentes del Centro y de El Cónsul ya han anunciado que acudirán a los tribunales si la Junta finalmente accede a los deseos de los hosteleros. Incluso los residentes del casco antiguo no descartan acudir al Defensor del Ciudadano por los problemas que sufren a diario.

En un escrito remitido a la Delegación del Gobierno de la Junta, al área de Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Málaga, los vecinos del Centro se niegan en rotundo a la aplicación de estas medidas porque «supondría reducir aún más si cabe el derecho fundamental al descanso del residente». Y no sólo eso, sino que muestran una total «desconfianza hacia las autoridades competentes» ya que nadie les informa sobre las actuaciones que se quieren desarrollar.

Yen la misma línea se posiciona la asociación El Romeral contra el Ruido, en donde esperan que estas peticiones «queden en agua de borrajas». «Es alucinante que pretendan ampliar la actividad conociendo la problemática que hay en muchos barrios; me parece de una desfachatez increíble», resumía el domingo su portavoz, Virginia Martin.