Los hosteleros de Málaga advierten de despidos y menos contratos con la nueva ordenanza de terrazas

Los vecinos del Centro señalan que el proyecto de ordenanza de vía pública puede hacer que el casco histórico no se distinga de «un vulgar parque temático o de la Feria de Sevilla»

Javier García Recio 31.01.2018 | 05:00

El proyecto de ordenanza para regular las terrazas recibe cinco alegaciones

Cinco alegaciones se han presentado para enmendar el proyecto de ordenanza de vía pública. Las dos principales, las de la asociación Málaga Hostelería (Mahos) y la de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga. Ambas muy críticas.

Así la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga afirma que el proyecto de ordenanza no es tal, sino «un simple compendio de normas de instalación para empresarios del sector».

Los hosteleros van aún más allás, a través de su asociación empresarial Málaga Hostelería (Mahos) y advierten de que el proyecto de ordenanza puede provocar cierres y despidos. En concreto, rechazan que las terrazas no puedan tener una superficie superior al 75% de la superficie del propio establecimiento y advierten de que «imponer este porcentaje afectará de forma negativa a algunas empresas» y aperciben de que «reducir el porcentaje incidirá negativamente tanto a empresas y trabajadores, teniendo que tomar decisiones que afectarán a la contratación y a la eliminación de puestos de trabajo».

Los vecinos del Centro resaltan en su alegación que el proyecto de ordenanza «abre la veda a la arbitrariedad» y se preocupa «ante todo de establecer un conjunto de normas que favorezca la instalación de los negocios de hostelería» en nuestras calles y plazas; en definitiva, que «plasme exclusivamente los intereses que defienden los empresarios de dicho sector e ignore la protección de los derechos e intereses de la ciudadanía».

La asociación vecinal es especialmente crítica con los planes de aprovechamiento que establece la propuesta de ordenanza y que permitirán suavizar y rebajar las exigencias para la instalación de terrazas en determinadas zonas. En su alegación, señalan que estos planes «suponen un atentado frontal al principio de igualdad consagrado en la Constitución» y exigen que dichos planes, «en cuanto suponen una aplicación no igualitaria de la norma, deben ser expulsados de la ordenanza». También piden la eliminación de las salvedades que se plantean a la instalación de mostradores, el amontonamiento de mesas y sillas en la vía pública, o la ocupación fuera de los límites de la fachada.

Rechazan también la instalación de los toldos fonoabsorbentes, que producirían un impacto visual y estético «de tal calibre que lo que hoy entendemos por Centro Histórico sería dificilmente distinguible de un vulgar parque temático o de la Feria de Sevilla».

Hosteleros
Los hosteleros, por su parte, además de rechazar el recorte de espacio a las terrazas, señalando que eso puede ocasionar despidos, se pronuncian también contra lo que consideran «las excesivas facultades que se le otorgan a la Policía Local para poder retirar terrazas que incumplan la normativa. Estiman que crea «inseguridad jurídica» y colocan al empresario «en la mayor y más absoluta indefensión». Igualmente, consideran «excesivo» el espacio de 3 ó 4 metros que la ordenanza exige dejar libre en las calles peatonales. Esto iría contra la idiosincrasia del Centro, donde abundan las calles estrechas y donde «las terrazas ahí instaladas contribuyen al enriquecimiento del tejido empresarial y del entorno como algo típico de la ciudad, siendo además un fuerte atractivo para el turismo».

Alegan además contra la prohibición de instalar toldetas laterales en algunas calles del Centro Histórico por ser «una discriminación negativa en detrimento de las empresas ubicadas en esa localización»; además, «no entorpece el paso peatonal ni afecta a la seguridad de las personas, es más consideramos que contribuye a minimizar el ruido procedente de los veladores en beneficio de los vecinos colindantes».

Otras asociación patronal, la Asociación de Empresarios y Comerciantes (ACER), y la comunidad de propietarios de Parque El Romeral II y III también han presentado alegaciones junto al grupo municipal Málaga Ahora.

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La prohibición de nuevos bares arrancará este año en las calles más ruidosas del Centro y Teatinos

La prohibición de nuevos bares arrancará este año en las calles más ruidosas del Centro y Teatinos

El Ayuntamiento pretende aprobar en mayo la declaración de zonas acústicamente saturadas para impedir durante un año la apertura de más negocios

 

FRANCISCO JIMÉNEZMálaga
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El Ayuntamiento de Málaga pretende contar este verano con la herramienta legal que, bajo el amparo de la contaminación acústica, le facultará para impedir la apertura de nuevos bares, pubs y restaurantes en las calles más conflictivas del Centro y de Teatinos. Esta medida, que es complementaria a la que el lunes se acordó en la comisión plenaria de Economía de encargar un estudio para frenar la implantación de más negocios de hostelería en locales que actualmente son comercios, consiste en catalogar la mayor parte del casco antiguo y el entorno del barrio del Romeral como Zonas Acústicamente Saturadas, al objeto de evitar durante un plazo inicial de un año no sólo la apertura de nuevos establecimientos sino también los traspasos de los ya existentes en aproximadamente un centenar de calles. La única posibilidad que se permitirá será cuando el negocio que vaya a abrir tenga un menor impacto acústico. A modo de ejemplo, si cerrara una discoteca sólo se otorgaría licencia en ese mismo local para un bar musical o inferior; o si se trata de un restaurante únicamente se autorizaría una cafetería, pero en ningún caso se daría permiso para un nuevo bar en un local que tuviera otra actividad que no fuera la hostelera. Además, también se contemplan excepciones en los traspasos entre familiares o por herencia.

Después de un año de trabajo por parte del Área de Sostenibilidad Medioambiental que ha incluido mediciones acústicas, la tramitación para la entrada en vigor de esta declaración de zonas ruidosas arrancará previsiblemente el próximo mes de febrero con la aprobación inicial por parte de la junta de gobierno local. A partir de ahí, deberá recibir el visto bueno del Pleno de la Corporación (en principio el de marzo), tras lo que se abriría un periodo de exposición pública para que los interesados puedan presentar las alegaciones que consideren oportunas antes de volver al Pleno para su aprobación definitiva (mayo). El último paso sería su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP).

En el Consistorio no se marcan plazos, pero calculan que en verano podría empezar a aplicarse una moratoria de un año que afectaría a los entornos de Marqués de Larios-Strachan, Uncibay-Mitjana, Merced-Alcazabilla, Granada-Compañía, Alcazabilla y, en Teatinos, la zona comprendida entre la avenida Plutarco y la calle Andrómeda, además de la peatonal Margarita Xirgu.

En principio, la única medida a aplicar sería esa imposibilidad de nuevas aperturas durante ese periodo de tiempo, aunque podría aumentare o incluso endurecerse si no se lograra rebajar el nivel de ruido. Si fuera así, se estudiaría la adopción de otras acciones más restrictivas como la reducción de los horarios e incluso forzar a los establecimientos a cerrar por descanso en días escalonados para rebajar el impacto ambiental. En este sentido, desde Sostenibilidad Medioambiental aseguran que cualquier paso que se dé se hará de dialogada con todas las partes afectadas. «Ya hemos hablado con los hosteleros y también lo haremos con los vecinos. Tenemos que llegar a un compromiso y a un equilibrio en el que no puede haber ni vencedores ni vencidos» afirma el concejal del ramo, Raúl Jiménez, quien aboga por «no matar moscas a cañonazos porque Málaga es una ciudad a la que viene gente a disfrutar de nuestros servicios y podemos cerrar de la noche a la mañana nuestro modelo productivo, pero también hay respetar el derecho al descanso de los vecinos».

El Ayuntamiento va a aplicar estas medidas correctoras tras constatar que la superación de los objetivos de calidad acústica es un fenómeno cotidiano en la ciudad. Para sacar esta conclusión se basan en los datos del estudio realizado por una empresa especializada entre junio y diciembre de 2016 en 41 ubicaciones del Centro y Teatinos. Dicho estudio concluyó que el principal foco de ruido en la mayoría de las zonas ahora delimitadas fueron las actividades de ocio relacionadas con las terrazas y los locales de ocio nocturno, y en menor medida por el tránsito de peatones o por el ruido de tráfico.

 

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La nueva ordenanza quitará espacio a las terrazas y será más dura contra los excesos

Málaga endurecerá la regulación de las terrazas la próxima primavera. Después de casi tres años de trabajo, la nueva ordenanza de Ocupación de la Vía Pública, aprobada de forma inicial por el Pleno el pasado octubre, se encuentra ahora en fase de estudio de las alegaciones presentadas y se prevé que pueda recibir luz verde definitiva en marzo o abril. A falta de las posibles modificaciones que se puedan incorporar, la principal novedad está en que la autorización para mesas y sillas en el exterior no podrá ser superior al 75% de la superficie del propio establecimiento, una exigencia que puede suponer un serio contratiempo para numerosos locales del Centro.

Además, se establece que la ocupación no podrá superar el 50% de la acera y que siempre habrá que dejar al menos dos metros libres para los peatones y una separación de un metro con los portales de viviendas o accesos a garajes. Para no dejar lugar a dudas, los empresarios deberán tener visible un plano de los metros autorizados.

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Planes de aprovechamiento

Sobre el papel, la nueva ordenanza será más restrictiva, pero en la práctica dejará la puerta abierta a salvar estas limitaciones a través de los planes especiales de aprovechamiento, una herramienta que tiene la junta de gobierno local para aprobar medidas sobre ocupación, estética o diseño del mobiliario en las calles con mayor demanda de terrazas.

En lo que sí que se endurece la normativa es a la hora de penalizar los excesos. Si hasta ahora a los negocios que ocupan más espacio del autorizado se les retiran las mesas y sillas colocadas de más, el nuevo texto legal va más allá y, además de la pertinente multa de hasta 3.000 euros, faculta a los agentes a desmantelar por completo toda la terraza sin necesidad de orden previa. Además, en caso de reincidencia se contempla la suspensión de la autorización de toda la terraza entre 10 y 30 días. En caso de reiteración o de cometer otras infracciones como no pagar la tasa municipal podría conllevar la anulación definitiva de la autorización.

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Acuerdo mayoritario para frenar la expansión hostelera en el Centro (y otros barrios)

El PP se queda solo al rechazar una propuesta para, con los informes necesarios, fijar una moratoria para que los locales comerciales alberguen bares o restaurantes

El debate sobre la necesidad o no de poner coto a la imparable extensión de la hostelería en la denominada almendra del Centro histórico de Málaga se abre de par en par. Más allá de que finalmente fragüe en forma de decisiones ejecutivas, el consenso mostrado ayer por los grupos de la oposición municipal pone de relieve la existencia de una línea mayoritaria en la Casona del Parque que aboga por frenar la extensión de este tipo de negocios, en detrimento, fundamentalmente, del comercio. Tanto es así que ayer, en el marco de la Comisión de Economía, todas las formaciones, a excepción del PP, avalaron la idea de, una vez se disponga de los estudios e informes necesarios y con el acuerdo de los colectivos afectados, se aplique una moratoria que impida el cambio de uso de locales de esta zona geográfica, con el fin de frenar la apertura de nuevos bares y/o restaurantes.

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El planteamiento, introducido en una moción de Málaga Ahora, fue avalado por el PSOE; Málaga para la Gente; el edil no adscrito, Juan José Espinosa, y de Ciudadanos, socio de investidura del PP. Sin embargo, el punto en cuestión fue votado negativamente por los concejales populares, en coherencia con el argumento expresado por la concejala de Promoción Empresarial, María del Mar Martín Rojo. «No se puede ser alarmista; no podemos salir de aquí y decir que mañana va a haber una moratoria, porque eso crearía una inseguridad jurídica nefasta para el empleo», expuso la edil.

MEDIO AMBIENTE YA PREVÉ QUE NO SE DEN LICENCIAS EN LAS VÍAS ACÚSTICAMENTE SATURADAS

Este rechazo se produjo después de que la formación proponente rechazase la sugerencia de una enmienda al texto con el fin de «estudiar» si será necesaria o no esa moratoria. Un pronunciamiento, el del PP, que entra en contradicción con la postura que viene expresando públicamente en los últimos meses el concejal de Medio Ambiente, Raúl Jiménez, en el sentido de plantear la moratoria de licencias a la hostelería en las calles del casco antiguo que sean declaradas acústicamente saturadas, las bautizadas como ZAS.

Si bien el paso definitivo en pro de marcar estas delimitaciones sigue sin darse, la única medida que sí se asume como necesaria una vez se configure este esquema es la de la de no otorgar nuevos permisos para reducir las emisiones sonoras actuales. Según los estudios, en la mayoría de vías de la almendra se superan con creces los límites permitidos por normativa.

La iniciativa de Málaga Ahora incluye un segundo punto en la dirección de estudiar si esa misma moratoria es aplicable o no al resto de los barrios de la ciudad. El mismo sí contó con el apoyo unánime de los grupos presentes en la Comisión de Economía. La organización encabezada por Ysabel Torralbo toma como referencia los datos de un estudio de la consultora DonDeNegocios-Geoconyka S.L, que concluyen que entre 2016 y 2017 el comercio perdió un 3,6% de su espacio, mientras que el de la hostelería creció un 7,9%.

Precisamente, este es uno de elementos que ponen sobre la mesa desde la Asociación de Comerciantes del Centro para considerar como adecuado este parón en la concesión de licencias. «La realidad es que debido al precio de arrendamiento que se pide en este momento los únicos que pueden optar a los locales que hay son o las franquicias o los hosteleros», explicó María José Valenzuela, presidenta de los comerciantes, quien agregó: «es muy difícil que hoy una tienda pueda acceder a un local con lo que se está pidiendo». A modo de ejemplo, desde el colectivo indicaron que por el espacio de la calle Larios ahora ocupado por Victoria Secret se llegaron a demandar del orden de 50.000 euros al mes. Y mencionaron el caso de la calle Strachan, «donde hace diez años había ocho locales comerciales y ahora todos son bares».

Para Valenzuela, esta dinámica «produce una saturación hostelera». Y puso de relieve que una de las cuestiones que permite al dueño de un establecimiento incrementar el alquiler es que sabe que los hosteleros no solo se aprovechan del local, sino también del espacio de terraza. «El señor que lo alquila no alquila solo los 70 metros que mide, sino también los 50 a los que va a tener derecho en la calle, que es de todos», apuntó.

Por su parte, el nuevo presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos), Javier Frutos, aludió a la necesidad de realizar un estudio «exhaustivo» sobre el Centro y su consideración dentro del proyecto de ciudad. «Si es la solución para la feliz convivencia de todos, vale, pero no creo que lo sea; hay que tener cuidado y ver un poco en qué sentido se hace la moratoria y cuál es el objetivo», dijo. En este mismo sentido, disculpó al sector de lo que está ocurriendo con el alza de los valores de alquiler por los locales comerciales. «Estamos en la oferta y la demanda; el que pone los precios es el dueño», expuso, al tiempo que abogó por la normal convivencia con el comercio tradicional.

 

MALAGAHOY

La Policía Local pone más de 3.000 sanciones por beber en la calle

  • La cifra, de 2017, cae respecto a los 3.587 de 2016 y a las 4.611 de 2015
  • A pesar de los datos, el edil de Seguridad cree que el ‘botellón’ como fenómeno de fin de semana «se ha eliminado»

    Lejos queda la imagen de la Plaza de la Merced invadida por varios miles de jóvenes llegados con bolsas de plástico repletas de botellas de alcohol y refresco. La estampa se repetía fin de semana tras fin de semana hace una década, provocando el clamor y la denuncia de los residentes del entorno, al punto de acabar siendo prohibido a partir de 2009. Sin embargo, ocurre con las meigas en Galicia, «haberlo haylo». Reducido y mezclado con el ocio nocturno de la capital de la Costa del Sol, el consumo en los espacios públicos, no autorizados, sigue formando parte del comportamiento de muchos.

    Las estadísticas objetivas ponen de manifiesto, de un lado, que siguen siendo muchas las intervenciones que se acumulan por parte de la Policía Local para poner freno a esta práctica y, de otro, que las mismas decrecen de manera clara en los últimos años. De manera precisa, según los datos aportados por la Policía Local, en 2017 se abrieron un total de 3.176 denuncias por «actividades de ocio en espacios abiertos», estando la mayoría de ellas relacionadas con la permanencia y concentración de personas bebiendo en zonas no autorizadas y/o consumiendo alcohol en espacios públicos no autorizados.

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    EL MORLACO, PUERTA OSCURA Y EL ENTORNO DE SAN RAFAEL, ZONAS DONDE SIGUE HABIENDO ‘BOTELLÓN’

    Ambos preceptos de la normativa vulnerados supusieron a lo largo de los doce meses un total de 2.991. El número se reduce respecto a las 3.587 sanciones abiertas en 2016 por estos mismos conceptos y a los 4.611 de 2015. En los dos últimos periodos la caída es del 35%. Por periodos, Semana Santa y Feria se asoman como los que concentran mayor número de multas, algo lógico si se toma en consideración las grandes aglomeraciones en las calles.

    Esa tendencia, apreciable en 2015 y 2016, cambia parcialmente el año pasado. Al menos en lo concerniente al mes de agosto. En esa mensualidad fueron 149 las sanciones abiertas por los agentes de la policía contra los que beben fuera de los espacios permitidos. Esa reducida cifra puede estar relacionada con una menor actividad policial en un espacio temporal en el que el grueso de efectivos repartidos por el Centro, por ejemplo, estaban concentrados en la alerta terrorista existente a nivel internacional.

    Salvo esta excepción, el concejal de Seguridad, Mario Cortés, incidió en que de manera genérica buena parte de las sanciones se imponen «cuando la gente viene a la Universidad; es gente nueva, de otras localidades; en Semana Santa, también con gente de fuera, y en Feria». «¿Eso quiere decir que el botellón sigue en Málaga? No, porque si evalúas el día a día es prácticamente cero. El botellón diría que se ha erradicado, pero es cierto que hay que seguir combatiendo los picos en esos momentos y hacer más campañas informativas para la gente que viene en festividades», expuso.

    A juicio del edil del PP, el concepto de botellón, «como fenómeno de todos los fines de semana, casi se ha eliminando». A pesar de ello, sí admite la existencia aún de ciertos puntos, como los jardines de Puerta Oscura, la zona de San Rafael y, sobre todo, el parque de El Morlaco, donde, ante las denuncias vecinales, los agentes han actuado imponiendo multas a grupos bebiendo en la calle.

    Cabe precisar que la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, sobre la que se asientan estas intervenciones policiales, alude de manera directa como potenciales infractores a aquellas personas que beben fuera de los espacios autorizados. En el caso del Centro, estos serían los correspondientes a las terrazas de los bares, por ejemplo. Es decir, que no se especifica entre el joven que se encuentra en la Plaza Mitjana fuera de una terraza o aquellos otros que se concentran en El Morlaco.

    El ejemplo de Mitjana es el de uno de los puntos que en los últimos tiempos ha sido más conflictivo. En especial por la continua queja de los vecinos del entorno, que han denunciado en reiteradas ocasiones la acumulación de personas en las noches de muchos fines de semana y en periodos concretos. Este malestar hizo, por ejemplo, que en septiembre de 2016 la Policía Local empezase a sancionar a los clientes de los bares de la zona que salían con sus bebidas más allá de las terrazas.

    A pesar de la reducción de las sanciones, el presidente de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, Alfonso Miranda, se quejó de que los problemas derivados de la gente bebiendo en la calle se mantienen. «Lo que antes se llamaba botellón ahora es estar a deshora en la calle, con los horarios inéditos que tienen los bares de copas; eso de estar hasta las 03.00 de la mañana no se ve en ningún sitio de Europa», denunció, al tiempo que añadió: «Ahora no se da el botellón en masa, pero rara es la noche o el fin de semana que a las 5 de la mañana no hay follón en la calle».

    El mismo balance de la Policía Local presta igualmente atención al comportamiento de los locales de hostelería por la venta o dispensación de bebidas alcohólicas fuera del establecimiento o de las zonas autorizadas. En este caso concreto, el año pasado se impusieron 185 sanciones, siendo junio y octubre los meses en los que más expedientes. Las sanciones fueron inferiores a las 226 de 2016 y casi semejante a las 189 de 2015.

     

    MALAGAHOY

El Defensor del Pueblo le tira de las orejas al Consistorio por el ruido

Ampara a los vecinos de la Plaza Mitjana y recomienda su declaración como zona acústicamente saturada y más policías

 

El Defensor del Pueblo Andaluz le tira de las orejas al Ayuntamiento de Málaga por el tema del ruido. Las quejas que vecinos de la Plaza Mitjana vienen expresando desde hace más de tres años han provocado una resolución de la institución regional reclamando al Consistorio una mayor intervención para poner coto al problema. Para ello, recomienda la delimitación de este espacio como zona acústicamente saturada (ZAS) y una mayor presencia policial.

El documento, al que tuvo acceso este periódico, considera «innegable» la existencia de «un grave problema de ruidos en la zona de Málaga objeto de esta queja», apuntando que en la documentación remitida durante estos años por los promotores de las denuncias se incorporaban fotografías «suficientemente ilustrativas de la aglomeración de personas en fines de semana, evidenciando los elevados niveles de ruido que han venido y vienen soportando los vecinos». Ante esta realidad, el Defensor de Pueblo Andaluz urge a la declaración de la denominada ZAS, dado que ello conllevaría la aplicación de una serie de medidas encaminadas a rebajar las emisiones acústicas en la zona. «Ofrece un marco normativo que permite adoptar medidas de diversa índole para hacer compatible el desarrollo de una actividad hostelera, el ocio de los clientes y usuarios y el derecho al descanso», exponen.

RECUERDA QUE EL AYUNTAMIENTO «DEBE PROTEGER LOS DERECHOS DE LA CIUDADANÍA»

Entre acciones potencialmente aplicables estarían la limitación de los espacios de terraza y los horarios de las mismas. El área de Medio Ambiente ya trabaja desde hace años en esta dirección, aunque sigue sin dar el pasado definitivo para su aprobación. A ello se suma que el planteamiento inicial de evitar medidas tan drásticas como la limitación de los horarios. Pero con independencia de la adopción o no de esta medida, la institución abunda en la necesidad de «dotarse a esta zona de una mayor presencia policial, especialmente los fines de semana, festivos y previos a festivos, a fin no solo de disuadir de comportamientos contrarios a las ordenanzas municipales, sino de levantar tantos boletines de denuncias como infracciones se detecten».

Al tiempo, el Defensor llama a favorecer «un proceso de diálogo» entre el Ayuntamiento y una representación de los vecinos afectados, con el fin de conocer de primera mano el problema, «grave a simple vista», y escuchar las medidas que puedan proponer. «Es posible encontrar puntos intermedios que permitan el desarrollo de todos los derechos en juego, con prevalencia en todo caso de aquellos que implican salud, intimidad o inviolabilidad del domicilio; esto es, con la perspectiva de proteger el descanso de quienes tienen sus domicilios en zonas saturadas», se apostilla en el escrito.

Por todo ello, incide en que el Ayuntamiento «debe proteger los derechos de la ciudadanía que tiene su domicilio en zonas con elevados índices y niveles de contaminación acústica (…) y en las que quedan desactivados muchos derechos de la ciudadanía». A modo de aclaración, añade que con esta observación no duda de la intención municipal de actuar, dada la «complejidad de la problemática», si bien precisa que la misma es provocada «única y exclusivamente por la proliferación de establecimientos autorizados por el Ayuntamiento». «Una vez conscientes del problema debe ser afrontado con todos los medios legales al alcance de esa Administración pública», sentencia.

 

MALAGAHOY

Piden una moratoria para impedir que los comercios se conviertan en bares

Cs propone estudiar la densidad de negocios hosteleros frente a tiendas en el Centro de Málaga y aplicar la prohibición de forma temporal y Málaga Ahora cree que debería hacerse en toda la ciudad

José Antonio Sau 19.01.2018 | 06:39

Terrazas hosteleras en el Centro Histórico de la capital.

Terrazas hosteleras en el Centro Histórico de la capital. L. O.

El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento lleva una moción a la Comisión de Economía del lunes en la que insta al equipo de gobierno a establecer una moratoria para abrir negocios de hostelería en aquellos locales del Centro Histórico en los que se viniera realizando una actividad comercial, aunque eso sí, sólo en las calles en las que sea necesario, según un informe previo en el que habrá de analizarse la densidad de locales de hostelería frente a locales comerciales en el distrito. En la misma línea se expresa el grupo municipal de Málaga Ahora, que pide al Consistorio que se ponga de acuerdo con las asociaciones y colectivos de comerciantes del Centro para aplicar una moratoria.

Explica la formación naranja en su moción que la proliferación de negocios de hostelería está suponiendo, en ciertas calles del Centro, «la expulsión de los comercios en favor del establecimiento de nuevos locales hosteleros», lo que perjudica a la actividad comercial, sino que además puede generar «un proceso de canibalismo entre la propia hostelería». Cs cree en la libertad del empresario para abrir sus negocios, «pero también vemos necesario la realización de acciones por parte de este Ayuntamiento encaminadas a conservar lo que se viene a denominar centro comercial abierto en esta zona».

Es común, por tanto, ver locales comerciales convirtiéndose en negocios hosteleros, algo que habría que frenar, señaló Cs. «Podría realizarse un estudio calle por calle en este distrito de la ciudad donde se pudiera comprobar la densidad de locales de hostelería y locales comerciales. A partir de dicho análisis y la obtención de un listado de calles de riesgo, habría que desarrollar una serie de criterios o ratios para poner en marcha una moratoria en ellas», subrayó Ciudadanos.

En su opinión, «no podría abrirse un negocio de hostelería en un local donde se hubiera estado realizando una actividad comercial previamente». El número de calles a las que afectaría esta moratoria iría variando (apareciendo o eliminándose del listado), según los criterios o ratios ya mencionados.

Es decir, se trataría de «una medida viva, pero eminentemente temporal y serviría para comprobar su evolución y la del sector, si bien, según los resultados, podría mantenerse más o menos tiempo».

El grupo municipal Málaga Ahora, por su parte, reclama que el Ayuntamiento, de común acuerdo con las asociaciones y colectivos de comerciantes y vecinos del Centro, «aplique una moratoria al cambio de uso de los locales comerciales a hosteleros en el Centro Histórico». También plantea estudiar si es necesaria esa moratoria en otras zonas de la ciudad.

«Las propias asociaciones de comerciantes del Centro de Málaga, a través del Consejo Social de Comercio, ya han protestado por el alto número de locales que han cambiado su uso a la hostelería. Esto genera un aumento del precio en el alquiler y favorece la marcha de vecinos de la zona», asegura la formación liderada por Ysabel Torralbo, para añadir después: «Tanto es así que los propios comerciantes del Centro han solicitado una moratoria en el cambio de uso de los locales de forma que, al menos de manera provisional, no haya más cambios de usos comerciales a hosteleros».

Terrazas

Por otro lado, Málaga Ahora lleva otra moción al pleno, esta vez relativa a la ocupación de la vía pública por parte de las terrazas de los bares y restaurantes. Así, explican, en 2012 se comprobó que existían incumplimientos en el 92% de las terrazas hosteleras del casco antiguo. «Si bien se ha aprobado una nueva ordenanza de la ocupación de la vía pública más restrictiva, existe un grave problema con los llamados planes especiales de aprovechamiento de la vía pública. Se trata de un mecanismo que facilita al equipo de gobierno la exención, de forma discrecional, a los negocios que estime oportunos del cumplimiento de la ordenanza», señalan.

Así, solicitan que el Ayuntamiento habilite un teléfono de denuncia vecinal para denunciar estos casos y la realización de una campaña de difusión para que los vecinos conozcan dónde pueden denunciarse estos casos. También pide Málaga Ahora que el Consistorio malagueño destine de forma permanente una patrulla para el control e inspección del cumplimiento de la ocupación de la vía pública de las terrazas, de acuerdo a su autorización.

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