- La medida puede levantarse con planes de aprovechamiento
- La concejala dice que hay avanzados 14
La nueva Ordenanza de Vía Pública está lista para ser validada de manera definitiva por el Pleno tras informarse de la aceptación de apenas tres de las alegaciones formuladas por los diferentes colectivos. Dos de ellas formuladas por los hosteleros, relativas a las toldetas laterales a instalar en las terrazas del casco antiguo y para autorizar plataformas, tarimas o cubrimientos para mejorar las condiciones de confort de las terrazas. La otra, de los vecinos del centro, sobre la posibilidad de que se requiera la instalación de toldos fonoabsorbentes cuando la ocupación de vía publica pueda alterar el descanso de los residentes. La intención del equipo de gobierno del PP era la de aprobar ayer por vía de urgencia el texto en la Comisión de Economía, aunque finalmente se levantó ante la crítica de los grupos municipales. La concejala de Comercio, Elisa Pérez de Siles, precisó que ese paso se dará momentos antes de la sesión plenaria.
El documento mantiene el contenido conocido desde hace meses. La entrada en vigor de esta normativa se producirá al menos dos años después de que se pusiese en marcha el contador de la Administración local, pero la demora es de casi cuatro años si se toma como punto de partida el momento en que se abrió el debate en la Casona del Parque acerca de la necesidad de adecuar el texto.
De manera precisa, a pesar de lo planteado por los hosteleros, la norma mantiene la exigencia de que en pasajes y calles peatonales la ocupación autorizada mantenga «obligatoriamente» un espacio libre de 3 metros para el acceso de vehículos de emergencia, siendo de 4 metros cuando la calle sea de preferencia peatonal. Este hecho provocó la advertencia de los empresarios, que consideraron el planteamiento como «excesivo» dada la «idiosincrasia» del Centro, «donde abundan las calles estrechas». Por ello, estimaron que la medida implicará «la desaparición de muchas de esas terrazas, consolidadas en el tiempo».
Otra de las propuestas que sigue es la limitación de las superficies de terraza, en el sentido de permitir un máximo de ocupación de vía pública equivalente al 75% de la superficie de un establecimiento. Es decir, un restaurante de 100 metros podrá disponer como tope de 75 metros de terraza. No obstante, la propia norma dibuja la herramienta con la que minimizar la aplicación de estos preceptos, ya que fija la posibilidad de «exceptuar» estas exigencias en aquellas zonas «afectadas por un plan especial de aprovechamiento». Una figura ya contenida en la anterior ordenanza y contestada por los vecinos del Centro. En la versión actual, la aprobación de esos planes se deja en manos de la Junta de Gobierno Local, que, «con carácter previo», recabará informe sobre el mismo a las áreas de Urbanismo y Medio Ambiente.
De hecho, la concejala responsable del ramo confirmó que en este momento «haya avanzados 14 planes de aprovechamiento», dos de ellos en el distrito de Teatinos, varios en otros distritos y en el Centro. Sí dejó claro que en ningún caso esos planes permitirán «saltarnos la ordenanza; no se permitirán cosas que sean problemáticas».