El plan antirruido que veta nuevas aperturas de bares en el Centro de Málaga Y EN TEATINOS entra en vigor

  • Las Zonas Acústicamente Saturadas afectan a 97 calles del casco antiguo y cinco de la zona de El Romeral 
  • La norma tiene una vigencia de cinco años y reduce levemente el horario de las terrazas
Terrazas en la calle Calderería, una de las afectadas por el plan antirruido  de Málaga.
Terrazas en la calle Calderería, una de las afectadas por el plan antirruido de Málaga. / JAVIER ALBIÑANA

SEBASTIÁN SÁNCHEZ

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El plan diseñado por el Ayuntamiento de Málaga para limitar el ruido en 97 calles del Centro histórico y cinco de El Romeral, en Teatinos, entra en vigor. Tras ser aprobadas por el Pleno a finales del pasado mes de diciembre, las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) en estos dos espacios de la urbe se activan después de que se haya publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) de Málaga el acuerdo definitivo.

El periodo de efectividad de esta norma se amplía hasta cinco años (habrá una revisión anual), periodo en el que, como elemento más destacado, se aplicará una moratoria en la concesión de autorizaciones para la apertura de bares y locales de ocio. La incidencia de esta propuesta es inmediata, sin afectar, eso sí, a todas aquellas solicitudes de apertura que fuesen tramitadas con anterioridad a la entrada en vigor del plan.

Este precepto no sólo afecta de lleno a las nuevas aperturas, sino también a la ampliación y/o instalación de nuevos establecimientos públicos (excluyendo los eventuales) en los que se desarrollen espectáculos públicos o actividades recreativas de cualquier tipo. El propio documento, no obstante, anula la aplicación de esta restricción para los cambios inter partes que se produzcan en la titularidad de la autorización de la actividad siempre que haya acuerdo entre el cedente y el cesionario «y permanezcan inalterables las características y condiciones del establecimiento».

A esto se suma la necesidad de que la actividad se ajuste al Reglamento de Protección contra la Contaminación Acústica de Andalucía. También se habla de levantar esta limitación a las actividades que sean consideradas «de interés general para la ciudad» por la Junta de Gobierno Local.

El Ayuntamiento tendrán que reducir los eventos en la calle

Una de las medidas incorporadas al plan antirruido pasa por limitar el número de
eventos que tienen lugar en el Centro. De manera precisa, dentro del apartado Limitaciones sobre actuaciones con sonido en las calles del Centro, se precisa que el Ayuntamiento «deberá agendar anualmente los actos reiterados en la zona Centro con un tope máximo de 10-15 eventos fuera de la planificación«. Ésta era una de las históricas reclamaciones de los vecinos del barrio. Asimismo, se aboga por que las dispensas acústicas sean «limitadas en cuanto a su número», al tiempo que se exige que tengan «carácter excepcional y cuenten con motivación suficiente». En respuesta a los vecinos, también se demanda que el Ayuntamiento disponga anualmente «espacios y autorizaciones a disposición de los músicos callejeros».

Otra de las particularidades recogidas en el documento es que los negocios localizados en las zonas ZAS estarán obligados a recoger las terrazas a las 00:30 de lunes a viernes y a las 01:00 los sábados y domingos en los meses de otoño e invierno; la franja se amplía a las 01:00 de lunes a viernes y hasta las 01:30 los sábados y domingos en primavera y verano. El actual límite está fijado en las 02:00.

Este paso endurece la posición inicialmente adoptada por el Consistorio. También lo hace, siguiendo el informe elaborado por la Secretaría General, en lo concerniente a los días en los que no se aplicará esta restricción. Se exceptúan Semana Santa, Navidades, Carnaval y Feria y hasta un máximo de 20 fechas más repartidas a lo largo del año. De inicio, el Ayuntamiento proponía 70 fechas.

En materia de limitaciones horarias, se señala que a partir de las 23:00 todos los establecimientos «funcionarán con puertas y ventanas cerradas, con el fin de evitar la emisión de ruidos del propio local al exterior». Y se señala que los titulares de estos negocios tendrán que velar por el cumplimiento de la medida «disponiendo los medios necesarios para que los usuarios, al entrar y salir, o permanecer en el exterior del local, no produzcan molestias al vecindario».

Para ello, desde las 23:00 hasta el cierre del local, «se designará a una persona responsable de garantizar este aspecto». En cuanto las medidas específicas, el plan habla de “intensificar los controles de la Policía Local», con el fin de evitar las masificaciones de personas y actos incívicos; así como la labor de inspección y control de los establecimientos.

El informe municipal supone un revés a la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos). El colectivo reclamó, de partida, la nulidad de las ZAS. Recientemente, tras ver desechadas todas sus alegaciones, incluso advirtió con la posibilidad de acudir a los tribunales, y subrayó la incidencia que una norma de esta naturaleza puede tener sobre el empleo.

Los bares ya no son bienvenidos en Málaga

EL AYUNTAMIENTO ACUERDA QUE NO SE PUEDAN ABRIR NEGOCIOS DE HOSTELERÍA EN 103 CALLES DE LA CIUDAD DURANTE CINCO AÑOS

NACHO SÁNCHEZMálaga 2 ENE 2020 – 08:57 CET

bares malaga
Turistas en la terraza de un restaurante del centro histórico de Malaga. GARCIA-SANTOS

La calle Sánchez Pastor, en el centro de Málaga, mide 80 metros. En ella hay 12 bares y restaurantes y medio centenar de mesas para su clientela. A su lado, Calderería cuenta con 16 negocios hosteleros en 113 metros y la calle Ángel tiene seis en 43 metros. En esas vías nadie podrá abrir bares o restaurantes en cinco años porque el Ayuntamiento no otorgará las licencias. La moratoria incluye a 103 calles declaradas como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS). El ruido en ellas supera los 55 decibelios en horario nocturno y los 65 en el diurno. Algunas alcanzan los 90. «Descansar es imposible», se queja Óscar Agudo, vecino de la zona.

El Ayuntamiento, para cumplir con la normativa europea, comenzó a medir el ruido en sus calles hace más de una década. En 2016, presentó un mapa con los resultados e ideó un plan de acción para rebajar los decibelios en las áreas más saturadas, que incluía la moratoria para abrir nuevos establecimientos de hostelería en 98 calles del centro y otras cinco de la barriada universitaria de Teatinos. El plan, que entrará en vigor este enero tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia, incluye el adelanto de los horarios de cierre o la celebración de menos actividades municipales en la calle.PUBLICIDADinRead invented by Teads

La medida no ha contentado a nadie. Javier de Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga, la considera «una intervención en el libre mercado en una zona clave de la ciudad» cuyas consecuencias «son imprevisibles». Los hosteleros temen que se perderán empleos y se creará mala imagen ante el turismo. Por su parte, quienes llevan años quejándose de descansar mal y poco a causa del ruido, subrayan que es «insuficiente» y «llega mal y tarde», según Alejandro Villén, secretario de la Asociación de Vecinos Centro Histórico de Málaga.

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El Ayuntamiento subraya que ha cumplido con la normativa que le obligaba a poner en marcha las áreas ZAS. Además, ha intentado ejercer un papel de mediador, buscando un «equilibrio» entre hosteleros y vecinos. «El hecho de que no contente a todos al cien por cien es síntoma de que es una medida equilibrada», insiste Gemma del Corral (PP), concejala del Área de Sostenibilidad Medioambiental.

Cuando el Ayuntamiento ha analizado recientemente los retos del turismo urbano en Málaga, entre las debilidades de la ciudad ha situado la «concentración excesiva» de «restaurantes, bares y franquicias» en algunas zonas del centro histórico. Uno de cada cinco bajos comerciales está dedicado a la restauración, según un estudio del Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU). La entidad también ha constatado la pérdida de población en esta área, sobre todo en las zonas aledañas a bares de copas. «Esos son los que crean más problemas», dice Óscar Aguado. Los residentes de lugares como la Plaza Mitjana o la calle Luis de Velázquez llevan años quejándose del ruido nocturno debido al consumo de alcohol en la vía pública, prohibido por una ordenanza municipal.

La declaración de 103 calles como Zonas Acústicamente Saturadas incluye otras medidas, como que las ventanas y puertas de los locales de restauración —con o sin música— deben estar cerradas a partir de las once de la noche. También el adelanto del cierre de las terrazas media hora de domingo a jueves (hasta las 00.30, cuando hasta ahora era a las 1.00) y una hora de sábado a domingo (hasta las 1.00, cuando antes era hasta las 2.00). En ambos casos, concede treinta minutos más en primavera y verano. En todos los casos, cada negocio deberá nombrar una persona que se responsabilice del cumplimiento de todo ello.

Solo habrá posibilidad de superar esos horarios de manera excepcional en fechas como Semana Santa, Navidad o Feria y solo 20 días al año, cuando hasta ahora existía un margen de 70 días. El Ayuntamiento también se ha comprometido a reducir el número de actividades municipales en el centro. «Nos hemos autolimitado. La responsabilidad de bajar la contaminación acústica es de todos», concluye Gemma del Corral.