Vecinos piden cambios sustanciales en la nueva normativa de terrazas

 

  • Exigen más espacio para el peatón y que se eliminen los planes de aprovechamiento
Una pareja pasa junto a la terraza de un bar del Centro de Málaga.Una pareja pasa junto a la terraza de un bar del Centro de Málaga.

Una pareja pasa junto a la terraza de un bar del Centro de Málaga. / MARILÚ BÁEZ

El supuesto consenso en torno a la nueva Ordenanza de Ocupación de la Vía Pública de Málaga se resquebraja. Si bien la presentación del documento contó con la presencia de un representante de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, este colectivo eleva la voz y pone en cuestión buena parte de su contenido. Lo hace en un documento de alegaciones al que tuvo acceso este periódico y en el que, entre otras razones, concluye que la normativa en tramitación «no es en realidad más que un conjunto mínimo de normas que posibilite la instalación de los empresarios en las vías públicas», quedando obviados los aspectos relativos a la consideración de las vías y las plazas como bienes de dominio público.

La respuesta vecinal, englobada en 14 páginas, señala a modo de comparación lo recogido en la normativa malagueña frente a normas semejantes en ciudades como Valencia, Madrid, Sevilla y Barcelona. Así, mientras en el texto valenciano, en la exposición de motivos, otorga carácter prioritario a la protección del dominio público, «compatibilizando en la medida de lo posible los intereses públicos y privados», en el de Málaga se marca como objetivo «la reactivación económica, la promoción empresarial y el fomento del empleo».

CONSIDERAN INSUFICIENTE QUE SE ORDENE UN PASILLO LIBRE DE SOLO DOS METROS DE ANCHO

Junto a esta primera reacción, el colectivo discrepa de que la norma malagueña solo fije como espacio mínimo un pasillo de dos metros para el paso de los peatones en las aceras, dimensión que, consideran, es «a todas luces insuficiente». Sobre ello, destacó la «paradoja» que supone que el Ayuntamiento «practique una política de permanente atracción de visitantes al Centro con las consiguientes aglomeraciones que ello provoca (…) cuando pretende al mismo tiempo reservar al uso de las terrazas de bares una buena parte tan importante de las vías públicas».

«Es fundamental que se prevea la existencia, no ya de meros corredores o pasillos para viandantes, sino de auténticos espacios en todas las vías lo suficientemente amplios para el paso de viandantes en las condiciones de máximo aforo», apostillan en sus alegaciones. Asimismo, rechazan que quede «al arbitrio» la mención a que «podrá aumentarse este paso peatonal mínimo en función de que aumente asimismo el flujo peatonal en la zona».

Otro de los elementos que es denunciado de manera drástica es el mantenimiento de la figura de los planes de aprovechamiento en la nueva versión de la normativa de terrazas. «Los planes de aprovechamiento no son más que una derogación singular de la normativa general que precisamente, mediante la ordenanza se pretende regular; suponen, por tanto, un atentado frontal al principio de igualdad consagrado no solo de forma transversal en nuestro texto constitucional sino también de manera específica en la normativa local», afirman desde la asociación.

Incluso, destacan que se trata de un mecanismo «inexistente» en las ordenanzas de otras grandes ciudades, a excepción de Valencia, si bien en ese caso para fijar «normas más restrictivas». Por ello, abundan en que esos planes «suponen una calificación no igualitaria de la norma reguladora, deben ser expulsados de la ordenanza». Y concluyen que no puede justificarse desde el punto de vista del derecho municipal «que los ciudadanos que desea realizar una ocupación de dominio público se deban regir por una ordenanza que ha sido aprobada por el Pleno (…) mientras que otros vean amparada su ocupación por unas normas que proceden, no ya de esa ordenanza, sino de un plan de aprovechamiento que no habrá sido aprobado por el Pleno, sino por la Junta de Gobierno Local».

En el supuesto de que el Pleno entienda que deben subsistir, los mismos, en opinión de la asociación, «podrán contener limitaciones y reducciones de las condiciones normales establecidas con carácter general». «En ningún caso podrán recoger posibles ampliaciones de las condiciones establecidas en la ordenanza», incide. A diferencia de lo que ocurre con la norma actual, en el nuevo texto el equipo de gobierno deja en manos de la Junta de Gobierno Local la aprobación de estas excepciones.

MALAGAHOY