Los vecinos temen que las limitaciones para los bares en el Centro y Teatinos se queden cortas

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Medio Ambiente se reúne con los residentes y les adelanta que las restricciones horarias se debatirán en una posterior mesa de trabajo

JUAN SOTO | MÁLAGA

Los vecinos del Centro y Teatinos no creen que la futura declaración de zonas acústicas saturadas que prepara el Ayuntamiento vaya a resolver sus problemas de ruidos y falta de descanso. Tras reunirse ayer con los responsables del área de Medio Ambiente y conocer de primera mano el borrador que ha preparado el Consistorio para reducir la contaminación acústica en el entorno, los residentes lamentaron que el documento no detalla ninguna limitación horaria para los bares, ya que estas se debatirán en una mesa de trabajo en la que deberán estar todas las partes implicadas.

El secretario de la asociación de vecinos del Centro Antiguo, Óscar Agudo, lamentó que el Ayuntamiento no entre de lleno a regular «la principal patata caliente» que hay en el entorno como son los horarios de los negocios, ya que plantea la creación de una mesa de trabajo en la que estarían presentes todos los actores «y que sólo servirá para echarnos a pelear con los hosteleros, cuando es el Ayuntamiento quien debe establecer la regulación».

Las medidas que plantea el área de Medio Ambiente en un primer borrador pasan por establecer una moratoria en la apertura de nuevos negocios en el entorno de la plaza de la Merced y la calle Madre de Dios y en la zona de la plaza Uncibay y plaza Mitjana, fundamentalmente. También plantea que las salas de fiesta y discotecas sólo se puedan instalar en edificios no residenciales e intensificar los controles policiales en horario nocturno.

En cuanto a la limitación de nuevas autorizaciones, Agudo recuerda que eso ya lo plantearon ellos hace un año, por lo que cuando realmente se haga efectivo no tendrá ningún efecto práctico porque ya no quedan locales disponibles para nuevos negocios. «Si se hubiera actuado cuando lo solicitamos, habría surtido efecto, pero ahora apenas tendrá incidencia», lamenta.

Pese a todo destaca que este borrador es un primer paso que da el Ayuntamiento para reconocer el problema que llevan sufriendo desde hace décadas. Ahora –adelanta– redactarán las alegaciones que consideren oportunas y las entregarán en el área para que sean tenidas en cuenta. «La reunión ha sido una primera toma de contacto porque hay voluntad para mejorar, pero el Ayuntamiento debe definir aún más las medidas que se pretenden tomar», avanzó.

A la reunión también acudieron los responsables de la asociación de vecinos El Romeral contra el Ruido, que mostraron su satisfacción porque «parece que la cosa se va encauzando». Su presidenta, Virginia Martín, consideró positivo que el Ayuntamiento quiera conocer su opinión antes de limitar los horarios de los negocios y las terrazas y confía en que se llegue a un punto de acuerdo. «Sino deberán actuar de forma salomónica», apuntó. Igualmente destacó que «ya se reconoce el problema y no es que los vecinos digan una cosa y los hosteleros otra».

En su caso demanda que las actuaciones se pongan en marcha en todas las calles al mismo tiempo, y no de forma gradual como está previsto, «porque eso sólo derivaría todos los problemas de unas calles hacia otras».

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Hosteleros avalan la moratoria de licencias pero piden evitar «injusticias»

Reclaman que los permisos no solo se vinculen a los propietarios de los locales sino también a la actividad de los mismos

La apuesta del Ayuntamiento de Málaga por poner sobre la mesa una moratoria de licencias a bares y locales de hostelería como medida para mitigar la saturación de ruido en ciertas zonas del Centro histórico y de Teatinos cuenta, de inicio, con el aval de los hosteleros. El portavoz de la asociación Mahos, José Simón, defendió la propuesta del área de Medio Ambiente, expuesta ante el colectivo la pasada semana. No obstante, aludió a la necesidad de, antes de poner en marcha las medidas concretas, limar ciertos flecos.

«Ha habido es una primera toma de contacto con la hostelería y nos anuncian que tienen que tomar medias para controlar la situación que se genera en el centro; han dejado las medidas que piensan que se deberían tomar, abiertos a discutir para encontrar un punto de acuerdo», expuso Simón, quien confirmó que de todas las acciones analizadas la que más peso tiene en el planteamiento municipal es la de la moratoria de licencias. «Vemos que es en la que más insiste el Ayuntamiento», añadió.

Para Mahos, es necesario «buscar un equilibrio general en el Centro, porque la oferta tiene que ser completa. Nuestra máxima es que si le va a bien a la ciudad nos irá bien a nosotros», abundó. Sobre los flecos a resolver, aludió a la necesidad de evitar «situaciones injustas». «Estamos de acuerdo siempre que se cierren esos flecos porque puede haber empresarios en alquiler que terminen el contrato y se queden sin la posibilidad de seguir en el Centro», expuso. Según sus palabras, la voluntad mostrada por el equipo de gobierno es la de llegar a un acuerdo en este asunto.

En este mismo sentido, el presidente de Mahos, Jesús Sánchez, puso otro ejemplo claro: «si no puede haber más licencias y llega el momento de renovar, el casero le puede poner al empresario el precio que le dé la gana; la licencia debe estar vinculada de alguna forma al casero pero también al negocio». Y recordó: «ya hemos vivido los franquiciados que van llegando y se comen el mercado». Uno de los elementos que desde el área de Medio Ambiente se tiene en cuenta a la hora de plantear esta moratoria es la de evitar «la picaresca».

Respecto a la posibilidad de acortar el horario de las terrazas de los establecimientos de la ciudad, fijada en la actualidad hasta las 02:00 de la madrugada, no parece que vaya a ser asunto de aplicación. Desde Medio Ambiente se aludió a la idea de crear una mesa de trabajo con vecinos y empresarios en la que abordar este asunto. Ayer, el portavoz de Mahos habló de que el planteamiento municipal no pasa por tocar los horarios.

«Desde el Ayuntamiento dejan caer que no es su voluntad recortar el horario de las terrazas pero sí exigen una ordenación y adecuación de las mismas; no todo el problema es del horario sino de exceso de ocupación». Por ello, se alude a la necesidad de «reconducir los hábitos, meterlos dentro de una lógica». Lo que por el momento no hay es un calendario claro para poner en marcha estas medidas. Sobre ello, Sánchez dijo que el próximo encuentro debe permitir conocer las «zonas candentes» en las que quiere intervenir Medio Ambiente. El estudio elaborado hace un año era concluyente, en el sentido que de la veintena de calles analizada en el Centro y Teatinos, en la casi totalidad de ellas se superaban los niveles permitidos entre las 23:00 y las 07:00.

Moratoria municipal a las licencias de bares en las calles saturadas por el ruido

  • Es la principal medida que plantea Medio Ambiente para actuar en el Centro y Teatinos
  • Elude acotar el horario de las terrazas y lo deja en manos de una mesa con vecinos y hosteleros

    Casi un año después de tener sobre la mesa las conclusiones del estudio realizado sobre el ruido en el centro histórico de la ciudad, que marcaba de manera contundente las zonas acústicamente saturadas, el área de Sostenibilidad municipal empieza a perfilar las primeras medidas con las que rebajar el impacto sonoro de la actividad hostelera. Si bien la normativa actual otorga al Ayuntamiento la posibilidad de adoptar un amplio abanico de medidas, la posición del equipo de gobierno del PP pasa, de inicio, por limitar la concesión de licencias para este tipo de negocios en aquellas zonas en las que la saturación es mayor.

    Y ello, de acuerdo con las mediciones realizadas hace algo más de un año, afecta de lleno a la casi totalidad de las vías que componen el eje de ocio nocturno del casco antiguo, así como de la zona de Teatinos. En este sentido, las mediciones marcan de manera clara sobre el mapa los escenarios que habrán de ser considerados acústicamente saturados. De las 21 calles analizadas (con 41 puntos de medida), casi todas superan con creces el nivel permitido en horario nocturno.

    MITJANA Y SU ENTORNO, ALCAZABILLA Y SANTA LUCÍA, ENTRE LAS CALLES QUE SUPERAN LOS NIVELES

    En el caso del Centro, el incumplimiento es extensible en el horario de entre las 23:00 y las 07:00 en Cárcel, Granados, José Denis Belgrano, Lazcano, Méndez Núñez, Santa Lucía, Siglo, Strachan, Capitán, Marqués del Vado del Maestre, La Merced, Álamos, Ángel, Calderería, Dan, Granada, Jerónimo Cuervo, Juan de Padilla, Madre de Dios, Molina Lario, Mitjana, Sánchez Pastor, Alcazabilla, Bolsa, Luis de Velázquez, Méndez Núñez y Uncibay. En el distrito Teatinos, ello mismo es aplicable a Plutarco y Andrómeda.

    «El nivel sonoro se incrementa por las tardes, lo que origina un mayor número de superaciones de los objetivos de calidad acústica, si bien, estas superaciones son, en general, moderadas. La situación empeora en el período nocturno, ya que el objetivo de 55 dBA (más exigente que por las mañanas y tardes) queda superado en la inmensa mayoría de localizaciones; en muchas de ellas observamos que el nocturno es el período más ruidoso y que el indicador de largo plazo en este período (Ln) supera en más de 10 dBA los objetivos de calidad acústica», destaca el estudio. Las principales fuentes del ruido, agrega, «son las actividades de ocio relacionadas con las terrazas y los locales de ocio nocturno; en menor medida hay zonas afectadas por el tránsito de peatones y únicamente tres zonas afectadas por el ruido de tráfico».

    En todos estos puntos, de mantenerse la idea municipal, se fijará una moratoria de al menos un año, con el fin de no permitir la apertura de nuevos establecimientos de estas características. «Vamos a trabajar en la idea de no dar más licencias, hacer una moratoria para los locales que generen estas situaciones», expusieron fuentes municipales.

    En este mismo marco de intervención, las fuentes consultadas, que confirmaron una reunión la semana pasada con los empresarios de la hostelería, incidieron en que se quiere actuar para evitar cualquier posible situación de «picaresca» con el traspaso de licencias de este tipo, tratando con ello de evitar la especulación económica que pudiera producirse en un escenario de escasa oferta y alta demanda.

    «Si limitas la concesión de nuevas licencias y se da la circunstancia de que el titular de la licencia es el propietario del local se puede producir un fenómeno de especulación, en el que pueda haber un interesado que ofrezca una determinada cantidad mayor para el arrendamiento; la idea es que el tener una licencia no se convierta en un factor de inflación de los alquileres», apostillaron.

    Sobre lo que el equipo de gobierno del PP prefiere no actuar de manera unilateral es en la limitación de los horarios de las terrazas, una de las acciones «más sensibles» de las contempladas en el marco normativo. Sobre el particular, lo que maneja el área de Sostenibilidad es la creación de una mesa de trabajo en la que se dará asiento a los empresarios de hostelería y a los vecinos, de manera que participen de manera directa en la discusión sobre el problema y en la adopción de las medidas finales.

    Estos planes zonales tendrán una duración inicial de un año, al final del cual los responsables municipales analizarán el efecto de las medidas adoptadas y si las mismas deben mantenerse en el tiempo o «es necesario buscar otras soluciones». El mismo estudio de hace casi un año incorpora una de serie de recomendaciones a poner en marcha para mejorar las condiciones de los entornos afectados. Entre ellos los ya planteados, caso de la implantación de un modelo de concesión de licencias de actividad distribuido que permita controlar el crecimiento de la actividad de ocio y restauración; o la fijación de límites horarios a la utilización de terraza.

    MALAGAHOY

La ordenanza de terrazas obvia una de las exigencias clave de Urbanismo

El texto inicial mantiene los planes de aprovechamiento como herramienta para flexibilizar las condiciones de ocupación

 

Del silencio sepulcrar que el equipo de gobierno del PP venía manteniendo en los últimos meses a ‘colgarla’ en el portal de transparencia de la web del Ayuntamiento. Este es el brutal salto al que el Ejecutivo local ha pasado a someter el texto de la nueva ordenanza de ocupación de la vía pública, mediante el que regular, entre otros elementos, la instalación de mesas y sillas por parte de los negocios de hostelería de la ciudad.

De una primera lectura del documento, que se abre ahora a las sugerencias y observaciones de aquellos ciudadanos y colectivos interesados, destaca el mantenimiento de la figura de los planes de aprovechamiento para flexibilizar los límites fijados en la normativa. Con ello, en aquellas calles y plazas en las que se fijen estos planes, los empresarios, previsiblemente, tendrán la posibilidad de ir más allá de los parámetros máximos marcados por el Consistorio.

Ello entra en conflicto con los planteamientos realizados meses atrás por la Gerencia de Urbanismo, que en el marco de sus sugerencias cuestionaba el empleo de esta herramienta y apostaba por limitarla «a un caso de una complejidad y singularidad extrema». En este sentido, el ente consideraba que la modificación debía servir para que cualquier interesado conociese «los derechos y deberes que tendrá en caso de solicitar la ocupación de vía pública, sin dejarlo a expensas de un plan de aprovechamiento que supone una indeterminación jurídica y una posible vía de desigualdades». Y apostillaba que la remisión a esta figura «puede dar lugar a confusión por parte de inversores, hosteleros, comerciantes y ciudadanos que puedan esperar una posible exención de las determinaciones de la ordenanza mediante la tramitación del mismo».

El texto obvia estas recomendaciones y admite que varias de las exigencias en materia de superficies de terrazas pueden ser variadas en caso aplicarse planes de aprovechamiento. Un ejemplo es la medida que se propone de obligar a que ninguna establecimiento pueda disponer de una terraza cuya superficie supere el 75% de las dimensiones del propio local, «excepto cuando así se determine en un plan de aprovechamiento».

Y esta excepción se extiende a otros parámetros marcados en el documento ahora conocido, como bien señalan los técnicos al advertir que muchas zonas afectadas por un plan especial de aprovechamiento «quedarán exceptuadas» de los parámetros máximos de ocupación fijadas en la nueva norma.

Ello es aplicable a la exigencia para que se garantice siempre un paso libre para el peatón de 2 metros de ancho, «debiendo mantener, en todo caso, una separación de un metro a los portales de viviendas, accesos de garajes (…) y de 0,5 metros de las zonas ajardinadas», o a que en los pasajes y calles peatonales la ocupación autorizada mantenga «obligatoriamente un espacio libre de 3 metros para el acceso de vehículos de emergencia, siendo éste de 4 metros cuando la calle sea de preferencia peatonal».

También queda condicionada la propuesta para que «sólo excepcionalmente, y en supuestos de calles de antigua tradición hostelera, con un ancho de hasta 4 metros, podrá autorizarse ocupación con mesas y sillas a los establecimientos existentes, siempre que permitan un paso peatonal mínimo de 2 metros». La norma sí exige que las las autorizaciones de los establecimientos comerciales y hosteleros vayan acompañados de un plano con la superficie autorizada, el horario de la terraza y el plazo de vigencia, colocando el plano en un lugar visible.

En materia de sanciones, marca un tope de 3.000 euros para las infracciones muy graves e incorpora la posibilidad de retirar entre 10 y 30 días las autorizaciones en infracciones graves.

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El OMAU rechaza la ordenanza de terrazas

  • El ente municipal opina que incumple las normas mínimas de sostenibilidad urbana y turística
  • Los vecinos creen que es «opaca»

    El texto de la nueva ordenanza de ocupación de vía pública al que ha dado forma el área de Comercio del Ayuntamiento de Málaga empieza a recibir las primeras contestaciones en el seno de la propia Casona del Parque. El Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU), dependiente de la Gerencia de Urbanismo, se opone al contenido del documento, al entender que «incumple las normas mínimas de sostenibilidad urbanas y turísticas aprobadas en la Agenda 21».

    En estos términos se expresó ayer el responsable de este ente, Pedro Marín Cots, quien si bien valoró el crecimiento turístico de la capital en los últimos años, previéndose cerrar el actual ejercicio con unos 4 millones de visitantes, es preciso «mantener un equilibrio». «Lo que ocurre en Málaga no ocurre en otras ciudades españolas; hay sombrillas, pero no esos cierres horrorosos que rompen la imagen de la ciudad antigua», expuso de manera categórica.

    Una de las cuestiones sobre las que puso el acento es el mantenimiento de la figura de los planes de aprovechamiento como herramienta con la que obviar los límites que se reflejan en la última versión de la nueva norma, abierta a las sugerencias ciudadanas. Ejemplo de ello, es que el documento propone que ningún establecimiento disponga de una terraza cuya superficie supere el 75% de las dimensiones del propio local, «excepto cuando así se determine en un plan de aprovechamiento».

    La redacción del documento confirma que aquellas zonas afectadas por un plan especial de aprovechamiento «quedarán exceptuadas» de los parámetros máximos de ocupación fijadas en la nueva norma, algo aplicable a que se garantice siempre un paso libre para el peatón de 2 metros de ancho, «debiendo mantener, en todo caso, una separación de un metro a los portales de viviendas, accesos de garajes (…) y de 0,5 metros de las zonas ajardinadas», o a que en los pasajes y calles peatonales la ocupación autorizada mantenga «obligatoriamente un espacio libre de 3 metros para el acceso de vehículos de emergencia, siendo éste de 4 metros cuando la calle sea de preferencia peatonal».

    El mantenimiento de estos planes de aprovechamiento entra en conflicto con la posición del OMAU y de la Gerencia de Urbanismo, que en sus sugerencias apostó por limitar su uso «a un caso de una complejidad y singularidad extrema». El ente municipal consideraba que la modificación debía servir para que cualquier interesado conociese «los derechos y deberes que tendrá en caso de solicitar la ocupación de vía pública, sin dejarlo a expensas de un plan de aprovechamiento que supone una indeterminación jurídica y una posible vía de desigualdades».

    Tampoco están muy de acuerdo con esta herramienta los vecinos del Centro. Ester Ramírez, presidenta de la Asociación Centro Antiguo, fue clara: «Si hay un plan de aprovechamiento se niega la norma; hay que saber quiénes son los interlocutores en esos planes, qué vigencia tendrán, si Urbanismo va a decir qué espacio se ocupa…». «Es un texto opaco, porque desconocemos a qué se refiere con el plan de aprovechamiento; da la impresión de que va a servir para autorizar lo que de inicio está prohibido», insistió.

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