Los vecinos de los centros históricos andaluces hacen frente común

Las asociaciones avanzan en la creación de una federación con el objetivo de luchar conjuntamente contra unos problemas que se repiten de una punta a otra de la comunidad

VICTORIA R. BAYONA MÁLAGA | ACTUALIZADO 23.05.2016 – 01:00

Exceso de ocupación de las calles por parte de los negocios hasta el punto de que se convierten en intransitables, mesas y sillas que se expanden por terrazas a veces más grandes que el propio local, bares y cafeterías que se multiplican de forman exponencial y altos niveles de ruido casi a cualquier hora del día. Estos son sólo algunos de los problemas que arrastra el centro histórico de Málaga y que los vecinos están cansados de denunciar, mientras la esporádica intervención del Ayuntamiento resulta del todo insuficiente en el intento de ponerles coto. Sin embargo, estos abusos no son ni mucho menos exclusivos de la provincia, se repiten prácticamente en todas las ciudades europeas desde el auge del turismo urbano. De ahí que las asociaciones de vecinos de los cascos históricos andaluces hayan decidido unirse para luchar por sus derechos de forma de conjunta ante los organismos competentes.

El pasado 24 de abril una docena de representantes de centros históricos de capitales de provincia y de otras ciudades turísticas andaluzas mantuvieron un encuentro en Jerez de la Frontera (Cádiz). En la reunión acordaron avanzar en la creación de una entidad común que aglutine a todos los colectivos, previsiblemente bajo la forma jurídica de una federación de asociaciones, según explicaron desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo de Málaga. Sobre la mesa los representantes vecinales constataron «los problemas comunes que son específicos de las zonas históricas de las ciudades -que menoscaban el uso residencial-, todos ellos ligados al patrimonio histórico que en ellas se encuentra», como consta en el protocolo de intenciones firmado tras la reunión. Una problemática sobre la que apuntaron «falta de voluntad política, en unos municipios, y escasa observancia, en otros», dentro de la obligación de las administraciones de poner en marcha mecanismos encaminados a darles una solución.

El objetivo de la federación andaluza de asociaciones de vecinos será, por tanto, el de ayudar a combatir, mitigar y solucionar los problemas, elevándolos a las instituciones regionales, nacionales y europeas para que promuevan «la creación y puesta en marcha de normas que vayan encaminadas a paliarlos». El siguiente paso después del primer contacto del mes pasado será que las diferentes asociaciones interesadas ratifiquen en sus asambleas generales la adhesión al ente común para que una junta gestora comience a trabajar en la elaboración de los estatutos. La junta directiva de la asociación de Jerez es la que ha asumido las labores de la junta gestora de este nuevo organismo. Está previsto que el próximo mes de noviembre se celebre, también en Jerez, la asamblea constituyente de la nueva entidad, momento en el que comenzarán a trabajar de forma conjunta.

En principio son 12 los colectivos que han mostrado su interés por aunar esfuerzos en una lucha que hasta el momento cada uno ha realizado en su ciudad de forma individual, aunque está previsto que se vayan sumando otras antes de que se cierre la constitución de la federación. Las asociaciones son: San Andrés y Torre del Oro, ambas de Sevilla; Mentidero, Tres Arcos y 5 de Abril (Cádiz); Barrio Alto (El Puerto de Santa María); Centro Antiguo (Arcos de la Frontera); Centro Histórico (Jerez de la Frontera); Axerquía (Córdoba); Bajo Albayzín (Granada), Arcos del Consuelo (Jaén) y Centro Antiguo de Málaga.

MALAGAHOY

El Romeral exige medidas para conciliar el sueño

TAMARA MONTES DE OCA
16/05/2016 09:14

La guerra de las terrazas no se libra solo en el centro de Málaga, también en El Romeral, donde los vecinos batallan por conciliar el sueño ante la invasión de negocios de ocio y restauración que han proliferado en los últimos tiempos en la que se ha convertido en la zona estudiantil por excelencia del distrito de Teatinos. Cansados de llamar noche sí, noche también a la policía, han solicitado una reunión con la edil del distrito y los responsables de Medio Ambiente y Comercio para exigir medidas provisionales al ruido y molestias que provocan las numerosas terrazas que han tomado calles y aceras. “Un día se va a liar una zapatiesta y se llevarán las manos a la cabeza, la cosa va a peor, el Ayuntamiento debe vigilar a los que incumplen y no dar nuevas licencias o permitir ampliar terrazas”, lamenta Virginia Martín, abogada, vecina y uno de los rostros más visibles de un conflicto que viene de largo.

El conflicto por equilibrar el descanso de los residentes con elnegocio de los empresarios está servido. “La policía viene, a veces observa desde el coche, no sabemos si han levantado acta pero, cuando lo hacen, pagan las multas y punto; tienen derecho a hacer negocio, pero nosotros también a descansar para poder trabajar”, insiste Martín. El Ayuntamiento presentó el pasado mes de febrero los resultados de un estudio en el que analizaba 41 puntos conflictivos del casco histórico y El Romeral. La mitad de ellos, superan los niveles permitidos. Los resultados son el punto de partida para estudiar los pros y contras para tramitar figuras de protección acústica como la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE), la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y la Zona de Situación Acústica Especial (ZSAE). Una designación que abriría la puerta a un amplio abanico de medidas entre ellas, el establecimiento de tasas por ruido, la regulación de horarios de cierre de locales y terrazas, la limitación de licencias de actividad o la limitación de número de mesas en terrazas.

Los enfrentamientos han llevado a algunos de los residentes a alquilar sus pisos, marcharse e, incluso, trasladar la lucha por pegar ojo a los tribunales. Desde el Consistorio estiman que la tramitación podría estar lista a finales de año, quedando la última palabra en manos de la Junta de Andalucía. Pero El Romeral no quiere esperar tanto y, a la vista de que el Consistorio se ha puesto manos a la obra para aminorar el problema en el Centro, reclaman un justo trato. “Nos sentimos discriminados, mientras en el Centro están empezando a tomar medidas, aquí nos olvidan”, se queja la portavoz vecinal. Quien también les dio la razón fue el Defensor del Pueblo Andaluz que instó a acabar con el ruido que sufren los residentes. “Por mucho que el concejal diga que el ruido aquí no es para tanto, de la veintena de calles, la mitad están saturadas”, defienden.

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Los vecinos de El Romeral denuncian la ocupación excesiva de las terrazas

Hablamos con uno de los vecinos afectados por la ocupación excesiva de terrazas en la zona de El Romeral en la capital malagueña. Juan Ramón lleva 4 años viviendo en el barrio, y asegura que de los “cien negocios que hay en la zona, 80 son negocios de hostelería”

Entrevista a Juan Ramon, miembro de Asoc. El Romeral contra El Ruido

 

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Radio Metropolitana Malaga

 

«El vecino tiene derecho a algo tan básico como entrar en su portal»

María del Mar Martín Rojo, concejala de Comercio y Vía Pública. Cree que ha llegado el momento de regular las terrazas «porque la calle es de todos» y no puede prevalecer el interés de los hosteleros

Con un discurso firme y sin titubeos, la concejala de Vía Pública, María del Mar Martín Rojo, parece dispuesta a pararle los pies a los hosteleros que hacen un uso excesivo de la vía pública. Aunque reconoce que los bares y restaurantes son una parte muy importante del tejido productivo de la ciudad, la también responsable del área de Reactivación Económica defiende que la calle es de todos y que hay que encontrar el consenso necesario. «El vecino tiene derecho a algo tan básico como poder entrar en su portal», razona.

–¿Cómo sería el Centro ideal?

–Una zona que pueda ser transitable. Hay calles por las que no se puede pasar y es de sentido común que hay que regularlas. Creo que todo el mundo coincide en que por las calles tienen que poder pasar personas con carritos o con discapacidad. La vía pública es de todos y debe convivir tanto el interés general como el particular de los hosteleros y de los comerciantes.

–¿Por qué se regula justo ahora, cuando las denuncias vecinales se repiten desde hace años?

–Hace 15 años el Centro no estaba como ahora. Ahora está más vivo y ha llegado el momento de ordenar, de analizar calle por calle para ver qué es lo que se puede hacer. Hay que intentar armonizar una situación que es necesaria porque en el Centro viven muchas familias y hay que buscar ese equilibrio de convivencia. Para ello estamos trabajando con la asociación de hosteleros y hemos montado una mesa de trabajo conjunto.

–¿Se puede hacer una norma para contentar a vecinos y hosteleros?

–Creo que es posible porque los vecinos no me transmiten que no quieran hostelería, sino que esté de una forma ordenada. Yal revés, los hosteleros quieren que haya vecinos que consuman en sus negocios. Lo importante es buscar ese equilibrio necesario. Si nosotros como ayuntamiento solo autorizamos una fila de mesas es porque pensamos que no debe haber más para que la calle sea transitable. Pero si autorizamos una y los empresarios ponen dos, es normal que los vecinos se quejen. El vecino tiene derecho a algo tan básico como poder entrar en su portal. Pese a todo, hay que ser conscientes de que vivir en el centro es más delicado.

–¿Cuántos negocios tienen una terraza ilegal o se exceden en la ocupación autorizada?

–No puedo hablar en porcentaje, pero hay que analizar el grado de incumplimiento de cada uno, ya que no es lo mismo poner más mesas que tener una pizarra anunciando los precios. Lo que ocurre ahora es que la ordenanza es excesivamente rígida y se dice que todo el mundo la incumple. Con la futura norma queremos garantizar que las calles mantengan una perspectiva y que cuando vayamos andando no tengamos que ir haciendo ‘eses’.

–¿Por qué se le ha comunicado a los hosteleros de la calle Santa María que no podrán tener terraza el año que viene?

–Si pasas por esa calle verás que no puedes circular, porque una cosa es la ocupación autorizada y otra lo que se ocupa. No puede ser que yo dé un metro y en mitad de la calle haya una mesa o un vestido de gitana. Tenemos que intentar, y más en el Centro, buscar ese equilibrio. No podemos dejarlo como está porque el año pasado ya estuviera así. Ahora habrá que analizar si se pueden volver a conceder esos permisos.

–¿Quiere decir que los empresarios de esa calle podrían tener terrazas el próximo año?

–Así es. Las autorizaciones había que quitarlas porque están en un uso precario (hay que renovarlas cada año y no dan derecho a un uso privativo). Revisarlas no quiere decir que vayan a desaparecer. Nuestra intención es volverlas a dar, pero con cambios y una vez estudiado cada uno de los casos concretos.

–¿En qué más calles se va a actuar de la misma manera de forma inmediata?

–Eso lo estamos viendo con la asociación de hosteleros, aunque todos sabemos cuáles son los puntos más complicados.

–¿Pueden estar tranquilos los empresarios que cumplen con la ordenanza y tienen en la actualidad una terraza autorizada?

–No. Pero no porque yo haga llegado, sino porque van a cambiar las normas. Como ya he dicho, las autorizaciones se conceden en precario y todos los años deben renovarse. Cuando le doy la autorización a un hostelero ya le estoy avisando de que el próximo año puede ser diferente. Esto no cambia a capricho de alguien, sino por un interés general que justifica el ordenamiento de la vía pública.

–Los hosteleros siempre argumentan la destrucción de empleo que acarrearía la reducción de terrazas.

–No sé si los que lo dicen han puesto mesas sin autorización y han creado una empresa rentable sin licencia. A ellos les diría que hay que cumplir las normas porque no puedes contratar a una persona sin autorización. A los que cumplen les digo que estudiaremos las circunstancias de cada calle con total normalidad. Yo no puedo decirle a un empresario a cuantas personas tiene que contratar, pero nuestra intención no es destruir empleos, sino todo lo contrario.

–¿Se van a regular otras zonas?

–Sí, pero se hará cuando esté lista la ordenanza. Mientras tanto, con la actual normativa podemos actuar en zonas puntuales como estamos ya haciendo.

Cambios en la ordenanza

–¿En qué situación se encuentra la modificación de la ordenanza?

–Ya tenemos un primer borrador y mi intención es tenerla lista lo antes posible, pero no es un proceso sencillo porque hay que aunar las opiniones de unos y otros. Cuando llegué al área decidí, no sé si para bien o para mal, abrir el debate a otros colectivos y asociaciones porque en la ocupación de la vía pública no solo tienen que aportar los empresarios. El documento también se lo hemos pasado al resto de áreas para que hagan sus aportaciones, ya que hay que decidir algo tan importante como la ciudad que queremos dentro de unos años.

–Uno de los cambios más llamativos, y a la vez polémicos, es la posibilidad de que la policía ordene la retirada de una terraza ilegal. ¿Se mantendrá esta medida?

–Así es. Lo que no se puede permitir es que los agentes sancionen a un negocio y todo siga igual. Eso lo tienen que entender los empresarios. No es cuestión de pagar, es que no está permitido y tienes que retirarlo. Ylo hará el propio empresario o la policía.

–¿Pero se retirará en el momento?

–Si está el restaurante lleno y tiene todas las mesas ocupadas supongo que no van a levantar a los clientes, pero la cuestión es que ese mismo día deben quitarlas al estar ocupando un espacio sin permiso. Es como cuando aparcas en doble fila y se lleva el coche la grúa.

 

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El «Glamour» de las aceras de El Romeral

Suponemos que con la autorizacion municipal, presentacion de un equipo de rallies en plena acera de El Romeral

 

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Asi nos presentaban el Martes dia 3 de Mayo un equipo de competicion de rallies. Hasta aqui todo correcto, pero lo incongruente es que se haga sobre las aceras de nuestro barrio, las cuales no estan diseñadas precisamente para los vehiculos, sino todo lo contrario, para los peatones, aunque por lo visto ultimamente por la actuacion municipal, priva mas el uso mercantil de las aceras que el uso ciudadano para las que se diseñaron.

Lo que no nos ofrecen los organizadores de este evento, son las fotos del vehiculo sobre la acera, pero nosotros si las podemos ofrecer para denunciar el uso incorrecto de la acera de la Avenida de Plutarco nº 57.

A continuacin segun la Ley de Seguridad Vial (39. 2, LSV y 94. 2, RGC) prohibe el aparcamiento en las aceras y que a continuacion detallamos

Está prohibido estacionar (39. 2, LSV y 94. 2, RGC):
En todos los casos que anteriormente se han descrito en los que está prohibida la Parada.
Ab) En los lugares habilitados por la autoridad municipal como de estacionamiento con limitación horaria sin colocar el distintivo que lo autoriza o cuando, colocado el distintivo, se mantenga estacionado el vehículo en exceso sobre el tiempo máximo permitido por la ordenanza municipal.
c) En zonas señalizadas para carga y descarga.
d) En zonas señalizadas para uso exclusivo de minusválidos.
e) Sobre las aceras, paseos y demás zonas destinadas al paso de peatones.
f) Delante de los vados señalizados correctamente.
g) En doble fila@.

En definitiva que se vulnero la LSV 39.2 al estacionar un vehiculo en la acera.  Y para muestra de nuestra denuncia, como dice el refran, vale mas una imagen que mil palabras.

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Romeral Ruido Original

Vecinos de El Romeral y El Palo exigen medidas similares al Centro para reducir las terrazas

Esperan que el Ayuntamiento también limite la ocupación de la vía pública para favorecer el paso de los peatones

Los vecinos de la capital no quieren que las acciones contra la ocupación excesiva de la vía pública se reduzcan al Centro, sino que también se limiten las terrazas de bares y restaurantes en los diferentes barrios afectados por el ruido. Tras conocer la intención municipal de eliminar o reducir las terrazas de 23 calles del casco antiguo, residentes de El Romeral y de El Palo, fundamentalmente, han exigido al Consistorio la misma contundencia en sus calles.

Aunque consideran que la situación que se vive en el Centro requiere una actuación integral y urgente, confían en que los responsables de Comercio no bajen los brazos cuando toque reordenar las terrazas de los barrios con más problemas de este tipo. Virginia Martín, presidenta de la asociación El Romeral contra el Ruido, asegura estar tranquila porque en su barrio también se instalaron sonómetros como en el Centro. «Aunque se dé más publicidad al problema del Centro, confío en que en este barrio se actúe con la misma contundencia».

Esta mujer asegura que la situación actual en su barrio es bastante compleja, ya que se acerca el verano y muchos negocios están ampliando las terrazas con más mesas «sin autorización». «Aquí ya se ha demostrado que hay problemas reales de ruido, por lo que necesitamos una actuación rápida para acabar con un problema que sufrimos durante todo el día», añade. Explica que en la avenida de Plutarco y alrededores el problema ya no sólo lo sufren por las noches, sino que desde las 13 horas ya padecen el exceso de terrazas.

En la misma línea se expresa Mercedes Pirez, presidenta de la asociación de vecinos de El Palo. Confiesa que reciben muchas denuncias tanto de la zona del paseo marítimo como de Echevarría del Palo, en donde han abierto diferentes negocios de hostelería en los últimos años. «Por muchas calles no puedes ni pasar o lo tienes que hacer entre la gente comiendo», lamenta. Ypor ello cree que el Consistorio debería limitar las autorizaciones. «Los hosteleros también tienen que vivir, pero no lo pueden hacer a costa de ocupar todo el espacio de los peatones».

Lo peor de todo –apunta– es que la actual normativa de Vía Pública ya recoge los mecanismos necesarios para regular las terrazas, aunque «no se cumplen y no pasa un policía para multar a nadie». Para ella la solución pasa por mantener reuniones de trabajo conjuntas para encontrar una solución y no por la vía de la mera denuncia. «El Ayuntamiento nos ha dicho más de una vez que no actúa porque no lo denunciamos, pero no creo que esa sea nuestra función», apunta.

Más diálogo

Otros, como los vecinos de Pedregalejo, creen que la solución al problema pasa por el diálogo directo entre los vecinos y los hosteleros. Adolfo García, presidente del colectivo vecinal, constata que las escuadras que se instalaron el año pasado resolvieron en gran medida el problema en el paseo marítimo, por lo que cualquier inconveniente puntual «se resuelve hablando y no denunciando». Al contrario de lo que opinan los residentes de otras zonas, a ellos les gusta «cuidar a la gente de la hostelería porque es la única industria que tiene el barrio».

Tampoco se muestran preocupados los residentes del Soho, pese a que las terrazas comienzan a proliferar. El responsable de la asociación de vecinos Centro Sur, Pedro Pérez, asegura que allí no molestan los bares y restaurantes «porque las calles son anchas y los peatones pueden pasar sin problemas».

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Los hosteleros proponen eliminar el mobiliario fijo para regular las terrazas

Plantean al Ayuntamiento quitar sombrillas, carteles o pizarras y poner toldos transparentes para evitar que se eliminen las mesas

Los hosteleros quieren evitar a toda costa que se eliminen las terrazas de los negocios ubicados en una veintena de calles de la capital. Tras conocer la intención municipal de reducir o eliminar la ocupación de la vía pública en hasta 23 zonas del Centro, los empresarios han planteado la eliminación del mobiliario fijo en un intento de que no se toquen las mesas y sillas.

Desde la asociación de hosteleros Mahos-Amares han ofrecido a los responsables del área de Comercio eliminar sombrillas, carteles o pizarras para no afectar a la circulación de personas. Igualmente trabajan en un proyecto para la instalación de quitavientos transparentes que no afeen la estética de las calles. En concreto, se trata de paneles laterales de metacrilato que actuarían como separadores y servirían para delimitar las terrazas sin generar impacto visual.

Aunque son conscientes de que se han cometido excesos y de que habrá que eliminar mesas y sillas de determinados espacios, su intención es que la mayoría de los establecimientos puedan conservar, al menos, una fila pegada a la pared. «Las terrazas juegan una importante labor social por el tabaco; son fundamentales desde que se prohibió fumar dentro de los negocios», argumentan.

El restrictivo documento en el que trabaja el área de Comercio delimita seis grandes zonas en las que habría que reordenar las terrazas y en las que se actuaría de forma más o menos restrictiva. La primera de ellas está formada por las calles Santa María, Molina Larios, Chinitas y Sánchez Pastor. Los primeros ya han sido informados de que el año que viene no podrán ocupar espacio en la vía pública, mientras que en el resto de calles se ha logrado paralizar de momento por la intermediación de la asociación de hosteleros.

En un intento de frenar esta medida contraria a sus intereses, los empresarios han acordado con los responsables municipales mantener una reunión a pie de calle en la que analizar cada uno de los casos concretos. Esta misma semana está previsto que recorran la calle Santa María, en donde el Ayuntamiento estima que las terrazas «dificultan el tráfico peatonal» y proponen su eliminación total «por simples medidas de seguridad».

Desde el colectivo empresarial aseguran estar abiertos al diálogo y con ganas de solucionar el problema cuanto antes. Consideran fundamental arreglar el Centro sin que nadie salga perjudicado. «No se pueden quitar todas las terrazas, ni dejarlas todas como hasta ahora», reconocen. Su deseo –aseguran– sería que sus negocios prestaran un servicio «tanto a los turistas como a los vecinos, para que también disfrutaran de las terrazas sin problemas».

Renovación anual

El hecho de tener una terraza desde hace años no otorga ningún derecho adquirido a los empresarios. La autorización para la ocupación de la vía pública se renueva anualmente, por lo que la intención del Ayuntamiento no es prohibir su instalación, sino que no va a renovar las que ya hay en la actualidad. De hecho, en el expediente que ya se ha enviado a los hosteleros de la calle Santa María se recuerda que «en ningún caso el permiso o autorización para ocupar terrenos del común generará derecho alguno a favor del interesado».

Aun así, algunos empresarios de las calles afectadas se están planteando la posibilidad de acudir a los tribunales para defender sus «legítimos intereses».

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«No poder poner mesas en la calle es la ruina de nuestros negocios»

Vecinos aplauden la decisión municipal de eliminar o reducir terrazas, pero los hosteleros lo entienden como un ataque a la economía y el empleo

 

Después de hipotecar a toda la familia para montar un negocio en Pasaje Chinitas, Fernando Moreno lleva noches sin poder dormir. «Es mi ruina y la de toda mi familia, todos nos hemos hipotecado para conseguir los 340.000 euros que he invertido en el negocio», comentaba apesadumbrado ayer al mediodía a la puerta de su otro negocio de hostelería, Rincón de Chinitas, en la calle Santa María. Ya ha recibido la notificación municipal que avisa que los negocios de esta calle no podrán montar mesas y sillas en el exterior desde el próximo año. Y los dos de Fernando están en la primera de las zonas señaladas por el área de Comercio y que afecta, además de Santa María y Chinitas, a las calles Molina Lario y Sánchez Pastor.

En esa última calle tiene su negocio desde hace 13 años Juan Antonio Martín. La Quesería sólo tiene cuatro mesas en la calle y Juan Antonio lamenta que «al final paguemos justos por pecadores», porque reconoce que hay negocios que abusan, ocupan más espacio del permitido y luego llegan los agentes de la Policía Local y revisan a todos por igual.

Después de varios años por el extranjero, Pedro Zaragoza, un cocinero murciano, decidió volver a España y se decantó por Málaga para iniciar su aventura empresarial. En Casa Diego trabajan seis personas, y asegura que quitarle la terraza supone su ruina. «La gente quiere estar en la calle. He estado muchos años trabajando fuera y no llego a entender a qué se debe tanta prohibición. Damos trabajo y generamos riqueza, ¿a qué viene tanta persecución», se lamentaba ayer, un día en el que los elementos se aliaron en contra de los negocios: a las dos de la tarde se fue la luz y el servicio no se reanudó hasta dos horas más tarde, aunque siguió con cortes intermitentes.

Fernando Moreno, que tiene once empleados, ve intereses políticos en este «acoso a los negocios» y recuerda que en el centro hay censadas 2.000 personas, y que la hostelería da trabajo a 6.000. Y avisa de que «no nos quedaremos con los brazos cruzados».

Hace tres años y medio que Andrés Sepúlveda abrió ParisTokio en la calle Cañón. Ha padecido durante más de un año las obras del entorno de la Catedral. «Fui al Ayuntamiento a pedir cuatro mesas más, confiando en que me compensarían por todas las molestias que hemos pasado. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me quitaron una de las cinco que tengo». Para Andrés hay muchos locales en el centro que depende de las mesas. «La gente no quiere entrar al local, aunque tengamos aire acondicionado. Te piden mesa en la calle y, si no la tienes, se van».

Javier Frutos, de la asociación Amares, señaló que están dispuestos a seguir negociando con el Ayuntamiento para «reordenar lo que se tenga que cambiar, pero desde luego no estamos dispuestos a la desaparición de las terrazas como se ha planteado», señaló.

Apoyo vecinal

Los vecinos, por su parte, han manifestado su apoyo a los planes municipales. Ester Ramírez, de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, se mostró a favor de la rehabilitación del centro y citó los problemas de seguridad que puede generar una ocupación masiva de calles estrechas. Señaló también que un reciente estudio sobre el ruido «ha dado resultados espectaculares, mucho peor de lo que temíamos», con calles que pasarán a considerarse acústicamente saturadas. «No estamos en contra de los restaurantes, pero sí a favor de un plan que reordene los espacios, que se reorganicen y ubiquen de manera adecuada y de que se garantice la seguridad de los que viven en el centro y también de los turistas que pasean por sus calles».

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