Vecinos del Centro de Málaga denuncian que no se cumplen las normas municipales

Seis colectivos vecinales del Centro Histórico reclaman al alcalde, Francisco de la Torre, «que haga cumplir la ley» y anuncian que estudiarán medidas legales contra la contaminación acústica

Alfonso Vázquez 29.11.2016 | 22:21

Critican que el objetivo es convertir el casco antiguo «en una gran taberna»

Los vecinos del Centro de Málaga escenificaron ayer su hartazgo ante lo que consideran el incumplimiento general de las ordenanzas municipales en el casco antiguo con la primera rueda de prensa conjunta de seis asociaciones y plataformas vecinales. En concreto, las asociaciones de vecinos Centro Antiguo; Plaza de la Merced; Málaga Centro; Victoriana de Capuchinos y de la Fuente; la asociación de vecinos y comerciantes Andrés Pérez y la plataforma de residentes El Centro también Vive, que se dieron cita en La Casa del Cardenal, en la calle Andrés Pérez.

La presidenta vecinal del Centro Antiguo, Ester Ramírez, denunció «el incumplimiento sistemático de las normativas» en materia de contaminación acústica, ocupación de vía pública, accesibilidad y proliferación de eventos, sin olvidar que «todos los fines de semana sufrimos cortes de tráfico».

Ester Ramírez abogó por un centro «habitable, con una hostelería de calidad» y subrayó que los vecinos «no estamos en contra de la hostelería, sino a favor, pero de una hostelería competente, sostenible, respetuosa y dentro de la legalidad, que nos ampara a los vecinos».

Por este motivo, reclamó al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, «que haga cumplir la ley». La presidenta vecinal remachó que los vecinos del Centro «hemos llegado a la conclusión de que este problema no se ataja porque lo que se está haciendo no se hace bien y quien tiene que tomar medidas y hacer cumplir las ordenanzas es el alcalde».

Además, anunció para este jueves, 1 de diciembre, a las 18.30 de la tarde, una reunión informativa con los vecinos en el salón de actos del distrito Centro, en el que entre otras cosas se estudiará si se toman «medidas legales» ante la grave situación por la contaminación acústica.

Por su parte, Antonio César, presidente vecinal de Málaga Centro, declaró a La Opinión que el propósito es «convertir el Centro en una gran taberna» y en declaraciones posteriores, ya en la rueda de prensa, lamentó que una ciudad como Málaga, «con el premio Reina Sofía de accesibilidad universal, sea hoy el principal enemigo de la accesibilidad», en referencia a la situación de los vecinos del casco antiguo, «que vivimos en una cárcel de pilonas para adentro».

El responsable vecinal subrayó que en el Centro de Málaga «no hay un solo metro cuadrado que cumpla las normas: ni la ley estatal que habla de itinerarios peatonales ni las ordenanzas de accesibilidad que las hizo este alcalde».

También recordó que cuando comenzaron a peatonalizarse las calles, «éramos 30.000 vecinos y ahora somos 4.942», por eso denunció que «existe una planificación para expulsar a los vecinos», al tiempo que criticó la sustitución en el Centro de plazas «para 100 coches», por «miles de motos».

También intervino Manuel Fernández, de la plataforma El Centro también vive, que quiso subrayar «rotundamente», que los vecinos del Centro «no estamos en contra de la hostelería, pues somos los primeros usuarios de las terrazas y estamos encantados de poder hacerlo, lo único que pedimos es que las terrazas cumplan la normativa establecida».

Además, hizo hincapié en que los habitantes del Centro conocen perfectamente el peaje que hay que pagar por vivir en él. «Todos asumimos los ruidos, las molestias, los inconvenientes, pero hasta un punto» y puso como ejemplo que se pueden entender las molestias por la Semana Santa y que eso suponga cortes de tráfico en esos días, «y otra cosa es que haya 15, 20, 25 fines de semana al año con cortes de tráfico por traslados y tronos».

Nueva federación. Otro de los intervinientes, Oscar Agudo, secretario de la asociación de vecinos Centro Antiguo, habló además como miembro de la junta directiva de la nueva Federación de Asociaciones Vecinales de Centros Históricos de Andalucía, constituida en Jerez el pasado fin de semana, y en la que participan 14 asociaciones de vecinos de los cascos antiguos de Málaga, Marbella, Sevilla, Cádiz, Jerez, El Puerto de Santa María, Jaén, Granada y Córdoba.

Óscar Angulo recordó que dos de los objetivos de esta nueva federación es instar a las administraciones públicas a que a corto, medio y largo plazo se recojan las «especificidades» de los centros históricos, con vistas a que exista una «compatibilidad real» entre las actividades residenciales, las comerciales y las de cualquier otro tipo.

Otro de los objetivos es fomentar el «patrimonio social» que en los centros históricos lo forman sus habitantes, entre otros aspectos.

Para la presidenta vecinal Ester Ramírez, que señaló que su asociación está en contacto con colectivos vecinales similares en Madrid, Barcelona y Pamplona, las características del Centro de Málaga «en estos momentos son diferentes al resto, porque lo que pasa aquí es muy grave».

«Por eso nos hemos visto en la necesidad de hacer esta llamada de atención al Ayuntamiento, porque creemos que debe tomar ya cartas en el asunto para evitar problemas mayores. Estamos unidos y vamos a una», recalcó.

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Teatinos espera soluciones contra el ruido de los bares

El ayuntamiento de Málaga comunicará esta semana a los vecinos las medidas que planteará para rebajar el ruido de los bares en la zona, algo que llevan reclamando desde hace diez años

 

Tras numerosas protestas, infinidad de denuncias, trámites ante el ayuntamiento, recogida de firmas y protestas en el pleno, ahora los vecinos podrán conocer el borrador elaborado por el consistorio en el que se incluye Teatinos en el mapa de las zonas sensibles al ruido. Virginia Martín es la presidenta de la Asociación de vecinos El Romeral contra el Ruido.

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Ser Malaga

 

Multas de hasta 60.000 euros a los bares de Málaga cuyos clientes beban en la calle

El Ayuntamiento gradúa la cuantía de las sanciones en función de la reincidencia de los establecimientos

 

Los bares de copas que no se atengan a las ordenanzas municipales van a pagar por sus reincidencias. El Ayuntamiento de Málaga se ha puesto serio y, de la mano de la Policía Local, ha comenzado a advertir a los propietarios de los negocios cuyos clientes beban en la calle que se enfrentan a sanciones de hasta 60.000 euros.

Aunque las infracciones a la Ordenanza para la Garantía de la Convivencia Ciudadana ya establecía dichas multas, hasta la fecha sólo se estaba aplicando la cuantía mínima –301 euros– sin considerar ningún agravante. A partir de ahora Gestrisam sancionará con cantidades diferentes en función del número de sanciones firmes que acumule el negocio en el último año.

El documento elaborado por Gestrisam, y que está siendo repartido por los agentes de la Policía Local entre los negocios de las zonas de marcha, reseña que la nueva tarificación de las denuncias se aplica desde el pasado 26 de octubre. Para los negocios sin sanciones firmes en vía administrativa se mantiene la multa de 301 euros, mientras que la cifra crece en función del número de sanciones previas: 1.000 euros (una), 2.000 euros (dos) y 3.000 euros (tres).

A partir de la tercera denuncia, la infracción pasa a catalogarse como muy grave y la sanción crece hasta los 24.001 euros. Esa cantidad aumentará a razón de 3.000 euros con cada una de las denuncias sucesivas dentro del mismo año hasta alcanzar el tope de 60.000 euros.

Desde Gestrisam afirman que la cuantía de las sanciones no se ha modificado, y que la única novedad es que ahora se han graduado para que todos los infractores sepan a lo que se atienen. Confiesan que hasta ahora no se han aplicado, aunque es una facultad que tiene el instructor. «Se está entregando una simple nota informativa, porque muchos ciudadanos nos las estaban pidiendo para saber a lo que se atienen», sostienen.

Plaza Mitjana

Este tipo de documentos se están repartiendo en zonas de marcha nocturna como la plaza Mitjana o la cercana Luis de Velázquez, en donde las denuncias policiales se repiten todos los fines de semana y provocan un tremendo enfrentamiento entre hosteleros y residentes. De hecho, como ya ha informado este periódico en diferentes ocasiones, los vecinos han colocado carteles reclamando silencio y los responsables de los negocios han contraatacado con mensajes alusivos al empleo generado.

Las cartas llegan también en un momento en el que el control policial se ha intensificado en estas calles durante las noches de los fines de semana. En un intento por controlar y hacer cumplir los horarios de cierre de las terrazas, los agentes policiales y las brigadas de limpieza entran en estas vías a las 2 de la mañana, lo que también ha provocado una oleada de quejas de los empresarios que acusan a los agentes de «acoso» e incluso de realizar «denuncias falsas».

En este sentido, los empresarios de la noche han comenzado a movilizarse e incluso se plantean recurrir a la vía judicial para defender lo que consideran sus derechos. De momento han convocado diferentes encuentros con responsables del sector para analizar las medidas a tomar en un intento de mantener sus negocios.

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Ruido, el problema que retumba

Dos sentencias en Vélez-Málaga y Estepona avalan los derechos de los residentes, mientras en la capital Teatinos y el Centro avanzan hacia su regulación por la saturación

REDACCIÓN MÁLAGA | ACTUALIZADO 06.11.2016 – 01:00

Cuando el ruido se convierte en un problema que retumba, los vecinos, que han visto como su derecho al descanso se diluía, empiezan a albergar esperanzas. Las continuas llamadas a la Policía, los escritos dirigidos a las áreas municipales competentes y las denuncias cobran especial sentido cuando la Justicia les da la razón, el Defensor del Pueblo se pone de su parte y/o los propios Ayuntamientos se lanzan a atajar la contaminación acústica. En la provincia la primera sentencia que le dio la razón a vecinos se remonta a 2003, en Torre del Mar, en la que el Ayuntamiento fue condenado a pagar 2,8 millones de euros. La segunda, aún sin ejecutar, correspondió a los afectados por lo bares del puerto deportivo de Estepona. Mientras que en Torremolinos, con la llegada del nuevo equipo de gobierno, se ha intentado poner coto en Los Álamos y en la capital se avanza ya hacía las medidas necesarias para que El Romeral, en Teatinos, y las zonas más problemáticas del Centro empiecen a encontrar su silencio.

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Las históricas denuncias de los vecinos de El Copo (Torre del Mar) en los juzgados de Vélez-Málaga tuvieron su efecto y se dictó una sentencia ejemplar que obligó al Consistorio a pagar 2,8 millones de euros a 18 propietarios del edificio Ipanema, colindante con el complejo de ocio. Fue en 2003 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) dictó la que pasó a ser la primera condena en la provincia contra un Ayuntamiento por no atajar el problema. Esta zona de Torre del Mar junto al paseo marítimo se puso de moda en los 90 y fue un punto de encuentro de la movida de toda la provincia.

La Administración local se vio obligada, además, a controlar la insonorización de los locales y a anular las licencias que no cumplían con las ordenanzas. En 2011, se acordó declarar la zona de El Copo como zona acústica saturada. Los retrasos en los pagos llevó a acumular una nueva deuda de 1,3 millones de euros de intereses. El ex alcalde Francisco Delgado Bonilla en su último mandato estableció un plan de pagos a diez años. Desde el Ayuntamiento explican que este año se han abonado 87.500 euros en el primer semestre por la condena y otros 75.190 en concepto de intereses, las mismas cantidades que se abonarán antes de que finalice el año.

Tras 12 años denunciando el exceso de ruido procedente de los chiringuitos, los vecinos de Los Álamos y La Cizaña (Torremolinos) no se dan por vencidos pese a que el nivel de la música ha bajado considerablemente este pasado verano. Así lo explica Jorge Gallego, presidente de una de las comunidades de vecinos y que durante años ha denunciado el problema. «Por primera vez en mucho tiempo se está actuando, se han cumplido los horarios de cierre y se ha bajado el volumen de la música», explica. No obstante, añade, «seguiremos en la lucha porque no queremos que esto vuelva a resurgir». Algo menos optimista se muestra Vicente Jiménez, otro de los vecinos afectados, quien asegura que «el ruido ha disminuido, pero sigue molestando, por lo que el problema continúa».

Desde la llegada de los primeros chiringuitos a la zona hasta los siete con lo que cuenta Los Álamos en la actualidad, el horario de apertura de estos establecimientos podía prolongarse hasta altas horas de la madrugada entre semana e incluso hasta primera hora de la mañana los fines de semana, según explican los vecinos. Ante esta situación, el nuevo equipo de gobierno limitó el horario hasta las 3:00 para ajustarse a la licencia de restaurante, algo que parece cumplirse «a rajatabla».

Tras las continuas denuncias, el Juzgado de Instrucción número 2 de Torremolinos abrió diligencias de contra el Ayuntamiento en torno a los expediente por exceso de ruido entre los años 2010 y 2014. El órgano judicial solicitaba el motivo por el que no se ha efectuado ninguna actividad de seguimiento de los expedientes archivados, «a pesar de las constantes denuncias». También pedía al Ayuntamiento que aclarase la razón por la que «no se ha abierto expediente alguno por ejercer en los establecimientos denunciados actividades no contempladas en el pliego de cláusulas de adjudicación». Al mismo tiempo, el equipo de gobierno inició una comisión de investigación, presidida por la líder de Ciudadanos en el municipio, Ángeles Vergara, con el objetivo de aclarar las responsabilidades políticas y administrativas.

Los vecinos de Estepona, por su parte, han criticado la continuidad de los excesos de ruido procedente de los locales del puerto. En noviembre del año pasado solicitaron la ejecución forzosa de la sentencia del TSJA, que además de ordenar al Ayuntamiento a cumplir el reglamento vigente sobre el control de ruidos y de llevar a cabo las medidas necesarias para conseguir que los ruidos no excedan de los límites establecidos, lo condenaba a indemnizar a más de una veintena de vecinos, que fueron los que interpusieron el recurso contencioso-administrativo.

Un año después, la lucha por el descanso de los vecinos parece continuar. «Mientras algunos locales sí han cumplido la normativa otros siguen con las puertas abiertas con lo que el problema sigue siendo el mismo», denuncia una de las vecinas. Desde el Ayuntamiento, en cambio, mantienen que no ha habido dejación de funciones y destacan que se realizan controles de forma periódica en los locales tanto por parte de técnicos de Comercio como por la propia Policía Local. El Ayuntamiento señala, además, que aún se está a la espera de que el TSJA dilucide cómo debe ejecutarse la sentencia.

En Nerja, los problemas de exceso de ruido se localizan en la plaza Tutti Frutti. Se trata de una zona de ocio céntrica en la que existen alrededor de una docena de bares y cafeterías donde los fines de semana se concentra parte de la movida nocturna. Mientras que los primeros tienen prohibido colocar sillas y mesas en el exterior, los segundos sí pueden tenerlos. Tras varias denuncias vecinales por ruido, el Ayuntamiento obligó a los locales de ocio a cumplir la normativa andaluza, y por tanto a retirar esas terrazas que no estaban autorizadas.

Esta zona de bares es prácticamente la única que existe en Nerja y los establecimientos de restauración y copas nacieron de forma paralela a los bloques de viviendas en la década de los 80. Actualmente, según fuentes municipales todos cumplen con la normativa municipal, y las cafeterías no ponen música y retiran las mesas del exterior a las dos de la mañana, mientras que los locales de ocio están insonorizados y no disponen de terraza.

Mas sitio para mesas que para el peaton
Nuevamente los locales de ocio obtienen la ampliacion de mesas y sillas, gracias al Ayto. de Malaga que prioriza el negocio que las molestias a los vecinos.

En la capital, el centro histórico y el barrio de El Romeral (Teatinos) avanzan por fin hacia lo que podría ser su declaración como zonas acústicamente saturadas. Hace un año se realizó un proyecto de medición del ruido y ahora el área municipal de Medio Ambiente ya ha concluido el borrador de propuesta de declaración de zonas acústicas especiales. Lo que no quita que aún queda por delante un largo camino de trámites para consensuar un plan de acción y que el mismo se apruebe en el Pleno. Por eso los vecinos aplauden la iniciativa a la vez que la miran con cierto recelo. Los residentes de ambas zonas han desarrollado desde hace años una incansable lucha para garantizar el derecho al descanso y al silencio en su domicilio. Algunos incluso, como los del entorno de plaza Mitjana, se plantean la vía judicial, aunque desde el pasado mes de septiembre la Policía Local ha conseguido reducir la concentración de personas bebiendo fuera de las terrazas habilitadas en los bares de la zona.

Desde la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, su presidenta, Ester Ramírez, explica que hace 15 días le solicitó precisamente información al respecto al Ayuntamiento. El martes, 8 de noviembre, el colectivo celebra una reunión anual con sus socios, «y nos gustaría poder contar algo sobre el tema, porque es un problema que preocupa, además de que ya ha pasado un año desde que se midió el ruido», expone Ramírez.

El vicepresidente de la Asociación de Vecinos El Romeral Contra el Ruido, Miguel Ángel Gil, lamenta que desde que el Defensor del Pueblo Andaluz instara al Ayuntamiento a actuar en la zona el año pasado, «sigamos con los mismos problemas». A la espera de una nueva ordenanza de terrazas, de la declaración de zona acústicamente saturada y de poner coto a la saturación de hostelería que sufre el barrio. En el caso de Teatinos, son las avenidas Andrómeda y Plutarco, con una gran concentración de actividad hostelera, los puntos donde el ruido supera los límites permitidos en horario nocturno y durante los fines de semana. El centro, sin embargo, alberga zonas que incluso en horario de tarde han reflejado problemas de ruido por la concentración de personas. Fueron las calles Capitán y Álamos las que revelaron los datos más preocupantes tras la medición de ruido del año pasado.

Antequera, por su parte, optó por acotar el botellón para zanjar las quejas, que en su caso no provenían de los vecinos sino de un hotel. El Ayuntamiento habilitó una zona de aparcamiento para el consumo de alcohol impidiendo durante esas horas el acceso de vehículos, con lo que consiguió evitar el ruido provocado por los equipo de música y solucionar así el problema. La zona de concentración de bares de copas también suscitó las quejas de algunos vecinos, por lo que el Consistorio realizó varias mediciones de decibelios. Fue entonces cuando se les dio un toque de atención a los locales para que controlaran que sus clientes no permanecieran en la calle consumiendo alcohol. En Ronda el Ayuntamiento también tiene hay habilitado un espacio de botellón, en una parte de los Jardines de Blas Infante, próximos a varios establecimientos hoteleros del centro. Tras unos primeros años de quejas por parte de los clientes, se procedió a restringir el acceso de los jóvenes a las zonas más próximas a los alojamientos para tratar de evitar problemas.

MALAGAHOY

Propuesta para declarar el Centro y Teatinos zonas acústicas especiales

Medio Ambiente presenta este mes el borrador a los distritos y las áreas implicadas

VICTORIA R. BAYONA MÁLAGA | ACTUALIZADO 03.11.2016 – 01:00

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El centro histórico y el barrio de Teatinos El Romeral avanzan hacia lo que podría ser su declaración como zonas acústicamente saturadas un año después de que el Ayuntamiento constatara los elevados niveles de ruido que ambas zonas soportan especialmente en horario nocturno y durante los fines de semana. El área municipal de Medio Ambiente ha citado a los responsables de Comercio, Policía Local y Distritos 1 y 11 a finales de este mes para presentarles el borrador de propuesta de declaración de zonas acústicas especiales. Después de este paso aún restaría consensuar las medidas a adoptar entre los colectivos de vecinos y hosteleros y elevar la declaración definitiva al pleno municipal con las propuestas concretas para corregir la situación.

Las mediciones de ruido que la empresa Vatia realizó durante los últimos meses del año pasado en más 40 puntos de la capital, con resultados en tiempo real durante las 24 horas del día, demostraron al Ayuntamiento de la capital demostrar la necesidad iniciar este trámite. Por lo que en febrero de este mismo año, Medio Ambiente encargó a una empresa un estudio para decidir el tipo de declaración que se ajusta a estas dos zonas, especialmente afectadas por niveles de ruido que superar el nivel permitido. Concluido el mismo, el área de Medio Ambiente confirmó ayer este periódico que hay un borrador de propuesta de declaración de zonas acústicas especiales, a aplicar en El Romeral y en el centro histórico, que el día 29 de este mes será abordado por todas las áreas competentes en la materia: Medio Ambiente, Comercio, Policía Local y Distritos 1 (Centro) y 11 (Teatinos).

En principio, teniendo en cuenta el Reglamento de Protección Acústica en Andalucía, siempre que los «niveles sonoros ambientales producidos por la concentración de las actividades existentes, y por las personas que las utilizan, sobrepasen o igualen los objetivos de calidad acústica» la declaración que procede es la de zona acústicamente saturada. Una definición que se cumple en el centro histórico y El Romeral. Aunque tampoco se descarta la catalogación como zonas de protección acústica especial, que según el reglamento «son áreas de sensibilidad acústicas en las que se produce un incumplimiento de los objetivos de calidad acústica».

Sea una u otra, ambas conllevan un plan zonal específico para conseguir una mejora progresiva de la calidad acústica, con propuestas concretas para corregir la situación. Las medidas tendrán que ser consensuadas por parte del Ayuntamiento con los vecinos y hosteleros afectados, aunque desde el propio área de Medio Ambiente explicaron que no hay muchas medidas posibles, más allá de «reducir el horario de terrazas y una moratoria en la apertura de nuevos locales que puedan generar la atracción de público en el exterior». Y aún restaría el último paso, que el Pleno del Ayuntamiento de la capital apruebe las propuestas.

En el caso de Teatinos, son las avenidas Andrómeda y Plutarco, con una gran concentración de actividad hostelera, los puntos donde el ruido supera los límites permitidos en horario nocturno y durante los fines de semana. El centro, sin embargo, alberga zonas que incluso en horario de tarde se detectan problemas de ruido. Fueron las calles Capitán y Álamos las que revelaron los datos más preocupantes tras la medición del ruido.

 

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